Vidas sacrificadas por comer a la moda - Consejo Sobre el Régimen Alimenticio por: Elena G. White
Para muchas personas, el objeto absorbente de la vida—lo que justifica cualquier cantidad de trabajo—es aparecer a la última moda. La educación, la salud y la comodidad son sacrificadas en el altar de la moda. Aun en los arreglos que se hacen en la mesa, la moda y la ostentación ejercen su funesta influencia. La preparación saludable de alimento llega a ser un asunto secundario. El servir gran variedad de platos absorbe tiempo, dinero y trabajo agobiador, sin realizar ningún bien. Puede estar a la moda tener media docena de platos en una comida, pero la costumbre es ruinosa para la salud. Es una moda que los hombres y las mujeres sensatos deben condenar, tanto por precepto como por ejemplo. Tened un poco de consideración por la vida de vuestra cocinera. “¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” CRA 304.2
En estos días, los deberes domésticos exigen casi todo el tiempo del ama de casa. Cuánto mejor sería para la salud de la familia, si los alimentos preparados para la mesa fueran más sencillos. Miles de vidas son sacrificadas cada año en este altar: vidas que podrían haber sido prolongadas si no hubiera sido por esta rutina interminable de deberes fabricados. Más de una madre que baja a la tumba, si sus hábitos hubieran sido sencillos, habría vivido para ser una bendición en su hogar, en la iglesia y en el mundo.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 73 (1890). CRA 304.3
[La costumbre de servir muchos platos es perjudicial—218]
La selección y preparación de los alimentos es importante
388. La gran cantidad de trabajo hecho para cocinar no es necesaria de manera alguna. Ni debiera haber un régimen muy pobre en calidad o cantidad.—Carta 72, 1896.CRA 305.2
389. Es importante que el alimento sea preparado con cuidado y que agrade al apetito no pervertido. Debido a que por principio descartamos el uso de carne, manteca (mantequilla), pasteles de carne, especias, tocino y cosas que irritan el estómago y destruyen la salud, nunca debiera inculcarse la idea de que poco importa lo que comemos.—Joyas de los Testimonios 1:188 (1870). CRA 305.3
390. Error grave es comer tan sólo para agradar al paladar; pero la calidad de los comestibles o el modo de prepararlos no es indiferente. Si el alimento no se come con gusto, no nutrirá tan bien al organismo. La comida debe escogerse cuidadosamente y prepararse con inteligencia y habilidad.—El Ministerio de Curación, 231 (1905).CRA 305.4
El desayuno estereotipado
391. Yo pagaría un precio más alto por una cocinera que por cualquiera otra parte de mi trabajo... Si tal persona no tiene aptitud y habilidad para cocinar, veréis, como nosotros hemos visto en nuestra experiencia, el desayuno estereotipado, que consiste en gachas... pan de panadería y alguna clase de compota, y esto es todo con la excepción de un poco de leche. Ahora bien, los que comen de esta manera durante meses, sabiendo lo que aparecerá delante de ellos en cada comida, llegan a temer la hora que debería ser interesante para ellos, como el momento más temible del día. Supongo que no podréis entender esto hasta que no lo hayáis experimentado. Pero este asunto me tiene verdaderamente perpleja. Si yo tuviera que participar en los preparativos al llegar a este lugar, diría: Dadme una cocinera experimentada, que tenga alguna facultad inventiva, para preparar platos sencillos de manera saludable, y que no disgusten el apetito.—Carta 19c, 1892.
Estudiad y practicad
392. Muchos no creen que esto [el cocinar] sea un deber, y por lo tanto no tratan de preparar debidamente los alimentos. Esto puede realizarse de una manera sencilla, saludable y fácil, sin el uso de grasa de cerdo, mantequilla o carne. La habilidad tiene que unirse con la sencillez. Para hacerlo, las mujeres deben leer, y luego tratar de poner en práctica con paciencia lo que han leído. Muchos están sufriendo porque ellas no se toman el trabajo de hacerlo. Digo a las tales: Es tiempo de que despierten sus dormidas energías y lean. Aprendan a cocinar con sencillez, y sin embargo de manera tal que los alimentos sean muy sabrosos y saludables. CRA 306.1
Debido a que es erróneo cocinar solamente para agradar al gusto, o para conformar al apetito, nadie debe albergar la idea de que un régimen empobrecido es adecuado. Muchos están debilitados a consecuencia de la enfermedad, y necesitan un régimen nutritivo, rico y compuesto de alimentos bien cocinados...—Testimonies for the Church 1:681-685 (1868). CRA 306.2
Una rama importante de la educación
Constituye un deber religioso para los que cocinan aprender a preparar alimento saludable de diferentes maneras, de tal suerte que sea consumido con placer. Las madres deben enseñar a sus hijas cómo cocinar. ¿Qué rama de la educación de una joven puede ser tan importante como ésta? El comer tiene que ver con la vida. El alimento insuficiente, empobrecido y mal cocinado está constantemente corrompiendo la corriente sanguínea, al debilitar los órganos productores de sangre. Es muy esencial que el arte culinario sea considerado una de las ramas más importantes de la educación. Hay solamente pocas buenas cocineras. Las jóvenes consideran que es descender a un trabajo servil el ser cocinera. Este no es el caso. Ellas no tienen el debido concepto sobre el tema ni lo ven desde el punto de vista apropiado. El conocimiento de cómo preparar alimento saludable, especialmente pan, no es una ciencia inferior... CRA 307.1
Las madres descuidan esta rama en la educación de sus hijas. Ellas asumen la carga de cuidados y trabajos, y están agotándose, mientras la hija queda libre para conversar, para hacer crochet, o para buscar su propio placer. Este es un amor equivocado. Una bondad errada. La madre está infiriéndole a su hija un daño que frecuentemente dura por toda la vida. A la edad en que ésta debiera ser capaz de soportar algunas de las cargas de la vida, no está capacitada para hacerlo. Las tales no asumirán quehaceres y responsabilidades. Procederán en forma descuidada, rehuyendo responsabilidades, mientras la madre se halla agobiada bajo su carga de tareas, como un carruaje bajo las gavillas. La hija no quiere faltar a la bondad. Pero es descuidada y no presta atención, o de otra manera notaría la mirada cansada y percibiría la expresión de sufrimiento en el rostro de la madre, y trataría de hacer su parte, para soportar lo más pesado de la carga, y aliviar a la madre, quien debe verse libre de preocupaciones, o de otra manera, se verá postrada en un lecho de sufrimiento, y tal vez de muerte. CRA 307.2
¿Por qué serán las madres tan ciegas y negligentes en la educación de sus hijas? He estado afligida, al visitar diferentes familias, al ver que la madre llevaba las cargas pesadas, mientras que la hija, quien manifestaba alegría, y tenía buen grado de salud y vigor, no sentía ninguna preocupación ni responsabilidad. Cuando hay grandes reuniones, y las familias tienen muchas visitas, he visto a la madre llevar el peso de la carga, ocupándose de todos los detalles, en tanto que las hijas permanecían sentadas conversando con sus amigos, en un intercambio social. Estas cosas me han parecido tan erróneas que a duras penas he conseguido abstenerme de hablar a las jóvenes descuidadas, indicándoles que vayan a trabajar. Aliviad a vuestra madre cansada. Llevadla para que se siente en el porche, e insistid que descanse y disfrute de la asociación con sus amigos. CRA 308.1
Pero las hijas no son las únicas personas a quienes hay que culpar. También la madre es culpable. Ella no ha enseñado pacientemente a sus hijas a cocinar. Ella sabe que a las hijas les falta conocimiento en el arte culinario, y por lo tanto no puede obtener alivio en el trabajo. Ella misma debe atender todo lo que requiere cuidado, pensamiento y atención. Las jóvenes deben ser cabalmente instruidas en la cocina. Cualesquiera sean las circunstancias que sobrevengan en su vida, esto constituye un conocimiento que pueden poner en práctica. Esta es una rama de la educación que tiene la más directa influencia sobre la vida humana, especialmente en las vidas de aquellos que nos son más queridos. CRA 308.2
Más de una esposa y madre que no ha tenido la debida educación, y que carece de la habilidad en el arte culinario, presenta todos los días a su familia un menú pobremente preparado, el cual está destruyendo en forma permanente y segura los órganos digestivos, produciendo una calidad pobre de sangre, y con frecuencia originando ataques agudos de enfermedad inflamatoria, y causando muerte prematura... CRA 308.3
Animad a los que aprenden
Es un deber religioso que toda señorita y mujer cristiana aprenda sin dilación a hacer un pan bueno, dulce y liviano de harina de trigo sin cernir. Las madres deben llevar a sus hijas a la cocina consigo cuando son muy jóvenes, y enseñarles el arte de cocinar. La madre no puede esperar que sus hijas comprendan los misterios de los trabajos de la casa sin educación. Debe instruirlas con paciencia, y con amor, y debe hacer que el trabajo sea lo más agradable posible por medio de un rostro alegre y animadoras palabras de aprobación. Si fracasan una vez, dos o tres, no las censuréis. El desánimo ya está haciendo su trabajo, y tentándolas a decir: “No vale la pena; no lo puedo hacer”. Este no es el tiempo de censurar. La voluntad está debilitándose. Necesita el acicate que significan las palabras animadoras, jubilosas, llenas de esperanza, tales como: “No te preocupes por los errores que cometiste. Estás solamente aprendiendo, y puedes esperar hacer errores. Pruébalo de nuevo. Pon tu mente en lo que estás haciendo. Sé muy cuidadosa, y seguramente tendrás éxito”. CRA 309.1
Muchas madres no se dan cuenta de la importancia de este ramo del conocimiento, y en vez de tomarse el trabajo y el cuidado de instruir a sus hijas y sobrellevar sus errores y fracasos mientras aprenden, prefieren hacerlo todo ellas mismas. Y cuando sus hijas cometen un error en sus esfuerzos, las mandan afuera mientras les dicen: “No vale la pena, tú no puedes hacer esto o lo otro. Me pones perpleja y me molestas más de lo que me ayudas”. CRA 309.2
Así los primeros esfuerzos de quienes aprenden son refrenados, y el primer fracaso enfría de tal suerte su interés y su ardor por aprender, que temen hacer otra prueba; de manera que ellas propondrán coser, tejer, limpiar la casa, cualquier cosa menos cocinar. En esto la madre habrá cometido un grave error. Ella debió haberlas instruido pacientemente, para que las hijas, por medio de la práctica, obtuvieran una experiencia que evitara la torpeza y remediara los movimientos desmañados propios de los obreros inexpertos. CRA 309.3
Son más esenciales las lecciones sobre arte culinario que sobre música
393. Algunos son llamados a hacer lo que se considera como deberes humildes: podría ser el cocinar. Pero la ciencia culinaria no es un asunto de poca importancia. La preparación habilidosa de los alimentos es una de las artes más esenciales, que está por encima de la enseñanza de la música o de la costura. Con esto no quiero decir que debamos descartar la enseñanza de la música o la confección de vestidos, pues son esenciales. Pero aún más importante es el arte de preparar alimentos en forma saludable y apetitosa. Este arte debe ser considerado como el más valioso de todos, porque se halla tan estrechamente relacionado con la vida. Debe recibir más atención, pues para producir buena sangre, el sistema necesita buen alimento. El fundamento de aquello que conserva a la gente con salud es la obra misionera-médica del buen arte culinario. CRA 310.1
A menudo se convierte a la reforma pro salud en la “deformación” de la salud, debido a la preparación de alimentos sin un sabor agradable. La falta de conocimiento con respecto al arte culinario saludable debe ser remediada antes que la reforma pro salud pueda ser un éxito. CRA 310.2
Las buenas cocineras son pocas. Muchas, muchas madres necesitan tomar lecciones en el arte de cocinar, para que puedan presentar ante la familia platos bien preparados y prolijamente servidos. CRA 310.3
Antes que las niñas tomen lecciones de órgano o de piano deben recibir lecciones de cocina. La obra de enseñar a cocinar no necesita excluir la música, pero aprender música es de menos importancia que aprender cómo preparar alimento sano y apetitoso.—Manuscrito 95, 1901. CRA 310.4
394. Sus hijas pueden amar la música, y esto puede estar bien; puede aumentar la felicidad de la familia; pero el conocimiento de la música sin el conocimiento del arte de cocinar no vale mucho. Cuando sus hijas tengan sus propias familias, el conocimiento de la música y del arte de coser no proveerá una comida bien cocinada, preparada con delicadeza, de manera que no se avergüencen de colocarla delante de los más estimados amigos. Madres, la vuestra es una tarea sagrada. Dios os ayude a asumirla teniendo en vista su gloria, y a trabajar con fervor, con paciencia y con amor para el bien presente y futuro de vuestros hijos, con el sincero propósito de contribuir a la gloria de Dios.—Testimonies for the Church 2:538, 539 (1870). CRA 311.1
[Comidas irregulares cuando la familia está sola—284] CRA 311.2
Enseñad los misterios del arte culinario
395. No dejéis de enseñar a vuestras hijas a cocinar. Al hacerlo, les impartís principios que deben tener en su educación religiosa. Al dar a vuestros hijos lecciones de fisiología, y enseñarles a cocinar con sencillez y sin embargo con habilidad, estáis echando el fundamento de los ramos más útiles de la educación. Se necesita habilidad para hacer un pan bueno y liviano. Hay religión en la buena cocina, y yo pongo en duda la religión de las personas que son demasiado ignorantes y demasiado descuidadas para aprender a cocinar... CRA 311.3
La cocina pobre está agotando las energías vitales de millares de personas. Es peligroso para la salud y la vida poner en algunas mesas el pan pesado y agrio, así como los demás alimentos preparados en forma similar. Madres, en lugar de tratar de dar a vuestras hijas una educación musical, instruidlas en estas ramas útiles que tienen la más estrecha vinculación con la vida y la salud. Enseñadles todos los misterios de la cocina. Mostradles que ésta es una parte de su educación, esencial para ellas si quieren llegar a ser cristianas. A menos que los alimentos estén preparados de una manera saludable y apetitosa, no pueden convertirse en buena sangre, a fin de reconstruir los tejidos en desgaste.—Testimonies for the Church 2:537, 538 (1870). CRA 311.4
[Intento de reemplazar la buena comida por el azúcar—527] CRA 312.1
[Influencia de la mesa sobre la temperancia—351, 354] CRA 312.2
[Se necesita una investigación cuando la digestión es pesada—445] CRA 312.3
[Menos trabajo de cocina y más alimentos naturales—166, 546] CRA 312.4
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