Advertencia de seguridad que está oculta en su teléfono celular
HISTORIA EN BREVE
- Esta advertencia poco divulgada por los fabricantes, se oculta en el manual de los teléfonos celulares y recomienda mantener los dispositivos a cierta distancia del cuerpo para asegurarse de no exceder los límites federales de seguridad de exposición a las radiofrecuencias (RF)
- En función del fabricante, debe mantener su teléfono celular a una distancia de al menos 5 a 15 milímetros de su cabeza y cuerpo en todo momento para evitar exceder el límite de seguridad de exposición a RF
- En la vida real, la mayoría de las personas portan sus teléfonos cerca de su cuerpo, por lo general en el bolsillo o brasier. Cuando se realizaron pruebas a los teléfonos celulares más populares en contacto directo con el cuerpo, todos superaron el límite de seguridad
- La SAR es una medida de la cantidad de energía de RF que el cuerpo podría absorber del dispositivo cuando se mantiene a una distancia específica (entre 5 y 15 mm, según el fabricante). Sin embargo, es importante percatarse de que el valor de SAR no es una indicación del nivel de seguridad del teléfono
- La prueba de SAR, cuyo modelo de prueba es una cabeza masculina muy grande, se diseñó antes de que el uso del teléfono celular se volviera frecuente entre los niños pequeños y jovencitos, cuyos cráneos pueden permitir una mayor penetración de RF
En esta edición especial del programa canadiense CBC Marketplace, emitida originalmente en marzo de 2017, la periodista Wendy Mesley investiga la seguridad de los teléfonos celulares, al enfocarse en una advertencia poco divulgada por los fabricantes que se oculta en el manual del teléfono celular y recomienda mantener el dispositivo a cierta distancia del cuerpo para garantizar no excederse del límite federal de seguridad de exposición a las radiofrecuencias (RF).
Sin embargo, en la vida real la mayoría de las personas portan sus teléfonos cerca de su cuerpo, por lo general en el bolsillo. Incluso, muchas mujeres meten el teléfono en el brasier, que por cierto, es el peor lugar en donde podrían colocarlo, ya que puede elevar el riesgo de problemas cardíacos y tumores mamarios, sus dos principales riesgos de muerte.
Además, si bien todos los fabricantes de teléfonos celulares proporcionan la información de uso seguro, es difícil encontrar a alguien que realmente haya podido encontrar el mensaje en su teléfono, sin instrucciones detalladas sobre dónde ubicarlo.
¿Qué es lo que indica la advertencia del fabricante?
Si bien, la advertencia de uso seguro puede diferir ligeramente de un teléfono a otro, los conceptos básicos siguen siendo los mismos. Mesley lee la información de su iPhone:
"Para disminuir la exposición a la energía de RF, utilice una opción de manos libres, como el altavoz... Porte el iPhone a una distancia de al menos 5 milímetros [mm] de su cuerpo para garantizar que los niveles de exposición permanezcan en o sean inferiores a los comprobados".
Según el informe, "el 81 % de los canadienses nunca ha visto en su manual o teléfono la información sobre mantener el dispositivo a una distancia de 5 a 15 mm del cuerpo". Además, pocas personas entienden realmente lo que significa. ¿Es peligroso que el teléfono toque el cuerpo? Mesley se propone descubrir qué significa esta advertencia para los consumidores.
La controversia de Berkeley
Mesley visita Berkeley, California, donde el ayuntamiento aprobó la ley de “Derecho a Saber” sobre los teléfonos celulares, al exigirles a los minoristas de teléfonos celulares colocar carteles que informen a los clientes que portar el celular en el bolsillo o brasier cuando el dispositivo este encendido podría provocar una exposición a RF que exceda las directrices de seguridad federales.
Esta ley se propuso inicialmente en 2010 y se aprobó en 2015. En respuesta, la asociación de la industria inalámbrica (CTIA) demandó a Berkeley, al alegar que esto violaba los derechos de libre expresión ya que obliga a los minoristas a compartir estos datos.
Si consideramos que la información en cuestión está oculta en el manual de todos los celulares y es requerida por la ley federal, esta disputa legal hace parecer que los fabricantes han ocultado la advertencia a propósito, y realmente no quieren que los consumidores la encuentren o conozcan.
El alcalde de Berkeley, Jesse Arreguin, considera que la demanda se presentó para evitar que otras áreas siguieran su ejemplo. Si Berkeley puede obligar a los minoristas de teléfonos celulares a que publiquen advertencias, antes de que se percate, es posible que el mensaje de seguridad deba publicarse en todas las tiendas de todo el país.
Información importante sobre la tasa SAR en su teléfono
Como señaló Mesley, el hecho de que el teléfono deba mantenerse a una distancia de 5, 10 o 15 mm para evitar una exposición a RF que exceda los límites de seguridad federales está relacionado con la forma en que se realizaron las pruebas; así que, llevó tres teléfonos celulares recién comprados al RF Exposure Lab en San Marcos, California, uno de los muchos laboratorios en los Estados Unidos, donde se realizan pruebas sobre la tasa de absorción específica (SAR) en los celulares.
La SAR es una medida de la cantidad de energía de RF que el cuerpo podría absorber del dispositivo cuando se mantiene a una distancia específica (entre 5 y 15 mm, según el fabricante). Es importante percatarse de que el valor de SAR no es una indicación de seguridad general. Según explicó la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés):
"Muchas personas asumen de forma errónea que emplear un teléfono celular con un valor de SAR más bajo disminuirá necesariamente la exposición del usuario a las emisiones de RF, o de alguna manera será ‘más seguro’ que utilizar un dispositivo con un valor alto de SAR.
Si bien, los valores de SAR son una herramienta importante para juzgar la exposición máxima posible a la energía de RF de un modelo particular de teléfono celular, un solo valor de SAR no proporciona información suficiente sobre la cantidad de exposición a RF en condiciones de uso normales para comparar de manera confiable cada modelo de teléfono celular.
Más bien, los valores de SAR recopilados por la FCC solo pretenden garantizar que el teléfono celular no exceda los niveles de exposición máximos permitidos por la FCC, incluso cuando funciona en condiciones que arrojan como resultado la absorción de energía de RF más alta posible, pero no el nivel usual, del usuario a través de su dispositivo".
¿Por qué las puntuaciones de SAR son tan erróneas?
En pocas palabras, se realizan pruebas en los teléfonos para evaluar cuánta energía de RF emiten cuando se emplean en las peores condiciones. "Estamos transmitiendo como si estuviera lo más lejos posible de una estación base y aún puede hacer una llamada. Este es el peor de los casos que podría ocurrir con un teléfono celular", explicó el técnico de laboratorio.
De hecho, las pruebas en sí se diseñaron mucho antes de que el uso del teléfono celular se volviera algo frecuente entre los niños pequeños y jovencitos, cuyos cráneos podrían permitir una mayor penetración de energía de RF. Cuando el teléfono emite a su máxima potencia, se emplea un sensor para medir la profundidad a la que la energía de RF puede penetrar en la cabeza de maniquí.
Todo lo que el índice de SAR intenta medir es el efecto térmico de la radiación en el cuerpo a corto plazo, definido en términos de cuánta energía se absorbe (vatios) por unidad de tejido (kilogramo).
Los diferentes tipos de tejido, como los huesos, cerebro, músculos y sangre, tienen diferentes niveles de densidad y conductividad, lo que también podría influir en la tasa de absorción. Esto significa que la puntuación de SAR depende en gran medida de qué parte del cuerpo esté expuesto a la radiación.
En los Estados Unidos y Canadá, el límite de SAR para dispositivos celulares utilizados por la población es de 1.6 W/kg por 1 gramo de tejido de la cabeza. Existen diversos problemas importantes al emplear la puntuación SAR como nuestra guía de seguridad.
Para empezar, el maniquí antropomorfo (SAM) utilizado para medir la SAR se basa en los atributos de las cabezas del 10 % de los reclutas militares de 1989; en otras palabras, un varón de 1.88 metros de altura y 100 kilos de peso, que es más voluminoso que el 97 % de la población de los Estados Unidos.
Eso significa que cualquier persona más pequeña que SAM será más vulnerable a la penetración de la radiación, en especial los niños. Según Om P. Gandhi, profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de Utah:
"La exposición a las RF de una cabeza más pequeña que la de SAM absorberá un SAR relativamente más alto. El nivel SAR de un niño de 10 años puede ser hasta 153 % más elevado que el del modelo SAM.
Si se consideran las propiedades eléctricas, la absorción de la cabeza de un niño puede ser más de dos veces mayor, y la absorción de la médula ósea del cráneo podría ser 10 veces mayor que la de un adulto".
En segundo lugar, la FCC utiliza el modelo SAM para determinar los niveles seguros de radiación ionizante, no la radiación no ionizante. Debido a que las formas no ionizantes de EMF emiten mucha menor energía que la radiación ionizante.
Durante mucho tiempo se había creído que los campos electromagnéticos no ionizantes eran inofensivos para los seres humanos y otros sistemas biológicos; sin embargo, como se explica enseguida, la ciencia ha demostrado que las radiaciones no ionizantes pueden causar daños fisiológicos.
Además, la SAR de la radiación emitida por los teléfonos celulares solo se mide cuando el teléfono está encendido y en uso, no cuando está inactivo en el bolsillo (cuando aún se encuentra en comunicación con las torres de telefonía celular o busca la señal wifi más cercana).
Por último, los estándares de SAR no se han actualizado desde 1996, a pesar de que la tecnología de los teléfonos celulares ha cambiado drásticamente desde entonces.
La investigación del gobierno confirma las preocupaciones de seguridad
Mesley visitó a Devra Davis, Ph. D., quien fue la primera en percatarse de los peligros de la radiofrecuencia emitida por los teléfonos celulares y comenzó a hablar de ello en 2007. Desde entonces, los estudios científicos se han duplicado, y ahora Davis está más convencida que nunca sobre estos peligros.
Entre los estudios más condenatorios se encuentran dos estudios en animales financiados por el gobierno, los cuales revelan que la radiación GSM y CDMA tienen potencial cancerígeno.
El informe final de estos dos estudios, realizado por el Programa Nacional de Toxicología (NTP, por sus siglas en inglés), un programa de investigación interinstitucional bajo el auspicio del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, se publicó el 1 de noviembre de 2018.
Aunque el informe preliminar, publicado en febrero de 2018, minimizó significativamente los hallazgos, las posteriores revisiones por pares actualizaron los hallazgos de riesgo.
El NTP clasifica el riesgo de cáncer con base en cuatro categorías de evidencia; es decir, "evidencia clara" (la más alta), "evidencia limitada", "evidencia equívoca" y "ausencia de evidencia" (la más baja). Según el informe final del NTP, los dos estudios realizados en ratones y ratas de ambos sexos encontraron:
- Evidencia clara de tumores cardíacos (Schwannomas malignos) en ratas macho. Este tipo de tumores comenzaron a desarrollarse alrededor de la semana 70 y eran muy similares a los neuromas acústicos en seres humanos, un tipo de tumores benignos que según estudios previos han estado vinculados con el uso de teléfonos celulares
- Evidencia limitada de tumores cerebrales (gliomas malignos) en ratas macho. Las hiperplasias de células gliales —indicativas de lesiones precancerígenas— comenzaron a desarrollarse alrededor de la semana 58
- Evidencia limitada de tumores de la glándula suprarrenal en ratas macho, tanto de tumores benignos como malignos o feocromocitoma complejo combinado
- Evidencia equívoca o imprecisa de tumores en ratas hembra y ratones de ambos sexos
Los estudios también encontraron evidencia de daño en el ADN y tejido cardíaco en ratas macho y hembra expuestas, al contrario de los ratones; así como tumores de próstata, hígado y páncreas en ratas y ratones.
Si bien, el NTP insiste en que la exposición (nueve horas al día durante dos años, que es la vida útil de un roedor) es mucho más extensa que la de los usuarios de teléfonos celulares asiduos, estoy totalmente en desacuerdo, ya que muchos, en especial la generación más joven, tienen su teléfonos celulares encendidos y cerca de su cuerpo todo el tiempo. Muchos duermen literalmente con su teléfono debajo de la almohada.
Además, los teléfonos celulares no son la única fuente de RF. Las tabletas, computadoras, televisores inteligentes, monitores inalámbricos para bebés y medidores inteligentes, por solo nombrar algunos ejemplos, también son fuentes de radiación que pueden producir daños similares.
Los hallazgos de NTP reproducidos en niveles inferiores a los límites de potencia de la FCC
El Instituto Ramazzini también publicó pruebas que lo corroboraron, justo un mes después de que el NTP publicara su informe preliminar en febrero de 2018.
El estudio Ramazzini reprodujo y apoya evidentemente los hallazgos del NTP, al demostrar un vínculo claro entre la radiación de los teléfonos celulares y tumores de células de Schwann (schwannomas), pero a un nivel mucho más bajo que el de la potencia utilizada por NTP.
Si bien, el NTP empleaba niveles de RF comparables a los emitidos por celulares 2G y 3G (exposición de campos cercanos), Ramazzini simuló la exposición a torres de telefonía celular (exposición de campos lejanos).
Las ratas de Ramazzini fueron expuestas a una radiación GSM de 1.8 GHz a intensidades de campos eléctricos de 5, 25 y 50 voltios por metro durante 19 horas al día, desde su nacimiento hasta que las ratas murieron por enfermedad o envejecimiento.
Para facilitar la comparación, los investigadores convirtieron sus medidas en vatios por kilogramo de peso corporal (W/kg), que es lo que empleó el NTP. En general, la dosis de radiación administrada en el estudio Ramazzini fue hasta 1000 veces más baja que la del NTP (e inferior a los límites establecidos por la FCC en los Estados Unidos), aunque los resultados son sorprendentemente similares.
Al igual que en los estudios de NTP, las ratas macho expuestas desarrollaron tasas estadísticamente más altas de schwannomas cardiacos, en comparación con las ratas que no fueron expuestas. También, encontraron algunas pruebas, aunque más débiles, de que la exposición a RF aumentaba las tasas de tumores gliales en el cerebro de las ratas hembra.
¿Dónde se localizaron todos los tumores cerebrales?
Para investigar si los tumores cerebrales representaban algún riesgo para los usuarios de teléfonos celulares, Mesley visitó al neurooncólogo, Dr. Jay Essaw, en Edmonton, Canadá, quien mostró imágenes de uno de los peores tumores cerebrales que ha visto, localizado en el lado del cerebro donde el paciente sostenía su teléfono, quien es un usuario de teléfono celular muy asiduo.
Essaw estuvo involucrado en la creación de un registro de tumores cerebrales, con la esperanza de identificar las causas. Cree que se realizarán más estudios que demuestren una correlación entre el uso de teléfonos celulares y tumores cerebrales conforme pase el tiempo y en los usuarios que son asiduos desde la infancia, quienes comienzan a la etapa de adultez.
"Sin duda observamos que cada vez más personas jóvenes ingresan a la clínica con tumores cerebrales", indicó. "Y la pregunta es por qué".
La incidencia de glioblastoma multiforme (el tipo de tumor cerebral más mortal) se duplicó con creces en el Reino Unido entre 1995 y 2015. Según los autores del análisis de NTP, es probable que este incremento dramático se deba a "factores ambientales o de estilo de vida generalizados", que podrían incluir el uso de teléfonos celulares.
La disfunción mitocondrial —al contrario de los tumores cerebrales— es el principal peligro por la radiación de teléfonos celulares
Aunque los tumores cerebrales podrían ser un riesgo, en mi opinión, no son el principal. La evidencia sugiere que de hecho el peligro principal de la radiación celular es el daño mitocondrial y celularsistémico, que puede contribuir a un sin número de padecimientos y enfermedades crónicas.
Mientras que, en los Estados Unidos cada año alrededor 80 000 hombres, mujeres y niños son diagnosticados con algún tumor cerebral, 787 000 personas mueren por enfermedades cardiacas. Entonces, si bien la relativa rareza del cáncer cerebral podría hacerle creer que el uso del teléfono celular es seguro, eso se debe a que solo se enfoca en el resultado menos frecuente.
El proceso de daño comienza cuando la radiación de microondas de baja frecuencia activa los canales de calcio voltaje dependientes (VGCC, por sus siglas en inglés), los canales que se encuentran en la membrana externa de las células.
Una vez activados, los VGCC se abren y permiten una entrada anormal de iones de calcio en la célula. Al parecer, el incremento en el calcio intracelular y señalización de calcio es responsable de la mayoría del daño producido. Esto se analiza con más detalle en mi entrevista con el profesor Martin Pall (de la cual aparece enseguida un fragmento).
Por ejemplo, el exceso de calcio puede activar el óxido nítrico, y si bien, este último puede proporcionar múltiples beneficios, cuando hay cantidades masivas de óxido nítrico reacciona con el superóxido para producir peroxinitritos, que son factores estresantes y oxidantes extremadamente potentes.
A su vez, los peroxinitritos modifican las moléculas de tirosina en las proteínas para crear nitrotirosina y nitración de proteínas estructurales. Los cambios en la nitración son visibles en una biopsia humana de arterioesclerosis, isquemia de miocardio, enfermedad intestinal inflamatoria, esclerosis lateral amiotrófica y enfermedad pulmonar séptica.
Los peroxinitritos también pueden causar rupturas en el ADN de una sola hebra.
Este proceso de destrucción oxidativa, provocado por la radiación de baja frecuencia emitida por dispositivos portátiles, podría explicar en parte la tasa de crecimiento sin precedentes de la enfermedad crónica desde 1990, y representa una preocupación mucho mayor que los tumores cerebrales.
Los problemas cardíacos, trastornos neurológicos e infertilidad también son riesgos de exposición a los EMF
La radiación emitida por los teléfonos celulares también ha demostrado tener un impacto significativo en la salud neurológica y mental, ya que por ejemplo, podría contribuir o agravar la ansiedad, depresión y demencia; de igual manera todos estos padecimientos se han generalizado y cada vez son más frecuentes, aún si los casos de cáncer cerebral han disminuido.
(Esto también es lógico, ya que la disfunción cerebral puede producirse mucho más rápidamente que un tumor, el cual podría tardar décadas).
La investigación también sugiere que la exposición excesiva a los EMF puede contribuir a los problemas reproductivos. Por ejemplo, los investigadores han descubierto que la exposición prenatal a campos de frecuencia industrial casi podría triplicar el riesgo de aborto espontáneo de una mujer embarazada.
Según el autor principal y científico investigador principal de la división de investigación de Kaiser Permanente, el Dr. De-Kun Li, "este estudio proporciona evidencia reciente, que proviene directamente de una población humana, la cual indica que la exposición a campos magnéticos de forma cotidiana podría tener efectos adversos en la salud", y agregó que sus hallazgos "deberían captar la atención sobre este riesgo ambiental posiblemente significativo para las mujeres embarazadas".
Según Li, al menos hay otros seis estudios, además de dos de los suyos, que demuestran esta conexión. La exposición a EMF también podría desempeñar un rol importante en el cáncer testicular e infertilidad masculina.
Los estudios han relacionado la exposición a la radiación electromagnética de bajo nivel emitida por los teléfonos celulares con una disminución de 8 % en la motilidad espermática y de 9 % en la viabilidad del esperma.
Las computadoras portátiles con acceso a wifi también se han vinculado con una menor motilidad del esperma e incremento en la fragmentación del ADN del esperma después de solo cuatro horas de uso.
Cómo restringir su exposición a las radiofrecuencias
Si bien Health Canada dice que no hay preocupación alguna, sigue recomendando reemplazar las llamadas por mensajes de texto, usar dispositivos manos libres y limitar el uso en los niños, en caso de estar preocupado por los posibles efectos.
En los Estados Unidos se ha adoptado un enfoque idéntico. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) indica que, si bien cualquier riesgo es “probablemente muy mínimo”, puede reducir su exposición a las radiofrecuencias al limitar la cantidad de tiempo que usa su celular, y usar el altavoz o un auricular para alargar la distancia entre su cabeza y el celular.
No me cabe la menor duda de que la exposición a las radiofrecuencias de los teléfonos celulares y otros dispositivos inalámbricos es un verdadero peligro para su salud, al grado que terminará dañando su ADN y contribuirá a las enfermedades crónicas y al envejecimiento prematuro.
Para protegerse usted y su familia de la radiación de los teléfonos celulares y otras fuentes de campos electromagnéticos dañinos, considere tomar las siguientes precauciones:
Evite llevar su celular consigo en el cuerpo y nunca duerma con él en su habitación a menos que esté en modo avión. Incluso en modo avión, puede emitir señales, por eso coloco mi celular en una bolsa de Faraday.
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Cuando use su celular, utilice el altavoz y sostenga el teléfono por lo menos a 3 pies de distancia.
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Intente disminuir drásticamente el tiempo que usa su celular. En su lugar, use los teléfonos con software VoIP que puede usar mientras está conectado a Internet a través de una conexión por cable.
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Conecte su computadora de escritorio a internet por medio de una conexión por cable vía Ethernet y asegúrese de poner el escritorio en modo avión. También evite los teclados, trackballs, mouse, sistemas de juegos, impresoras y teléfonos inalámbricos para la casa. Opte por las versiones con cable.
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Si debe usar wifi, apáguelo cuando no esté en uso, sobre todo durante la noche cuando duerme. Idealmente, es mejor instalar los cables necesarios en su casa para que pueda apagar el wifi en todo momento.
Si tiene una computadora portátil sin puertos Ethernet, es fácil comprar un adaptador USB de Ethernet que le permitirá conectarse a Internet sin una conexión inalámbrica.
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Apague la corriente eléctrica hacia su habitación durante la noche. Por lo general sirve para reducir los campos eléctricos de los cables de la pared, a menos que haya una habitación adyacente al lado de su dormitorio. Si ese es el caso, necesitará usar un medidor para determinar si también necesita apagar la energía en la habitación de al lado.
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Use un reloj con baterías, lo ideal es que sea uno sin luz. Utilizo un reloj parlante para personas con discapacidad visual.
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Si aún usa horno de microondas, considere reemplazarlo por un horno de convección de vapor, que calentará sus alimentos con la misma rapidez y mucho más seguridad.
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Evite el uso de electrodomésticos y termostatos "inteligentes" que dependen de la señalización inalámbrica. Esto incluiría todas las nuevas pantallas "inteligentes".
Se les denomina inteligentes porque emiten una señal de wifi y, a diferencia de las computadoras, no puede apagar su señal de wifi. Considere utilizar un monitor de computadora de gran tamaño como televisión, ya que no emiten wifi.
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Rehúsese a utilizar medidores eléctricos inteligentes tanto como le sea posible o incorpore un escudo a su medidor inteligente existente, algunos de los cuales han demostrado reducir en un 98 % a 99 % la radiación.
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Considere mover la cama de su bebé a su habitación en lugar de usar un monitor inalámbrico para bebés. Otra alternativa son las opciones con cable.
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Reemplace los focos CFL por focos incandescentes. Lo ideal es que elimine todas las luces fluorescentes de su casa. No solo emiten luz poco saludable, sino que lo más importante es que en realidad, transfieren la corriente a su cuerpo con solo estar cerca de ellos.
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