Evítese un régimen empobrecido - Consejo Sobre el Régimen Alimenticio por: Elena G. White
Pero ¿qué diremos del régimen empobrecido? He hablado de cuán importante es que la cantidad y la calidad de los alimentos estén estrictamente de acuerdo con las leyes de la salud. Pero no quisiera recomendar un régimen alimenticio empobrecido. Se me ha mostrado que muchos adoptan una opinión errónea acerca de la reforma pro salud y siguen un régimen demasiado pobre. Se sustentan con alimentos baratos y de mala calidad, preparados sin cuidado ni consideración de la nutrición del organismo. Es importante que el alimento sea preparado con cuidado y que agrade al apetito no pervertido. Debido a que por principio descartamos el uso de carne, manteca (mantequilla), pasteles de carne, especias, tocino y cosas que irritan el estómago y destruyen la salud, nunca debiera inculcarse la idea de que poco importa lo que comemos. CRA 233.3
Hay quienes van a los extremos. Según ellos, deben comer cierta cantidad precisa y exactamente determinada, y limitarse a dos o tres cosas. Permiten que tanto a ellos como a sus familias se les sirvan pocos alimentos. Al comer cantidades reducidas de alimento, que no son de la mejor calidad, no ingieren lo que puede nutrir adecuadamente el organismo. El alimento de mala calidad no puede convertirse en sangre buena. Un alimento poco nutritivo empobrecerá la sangre.—Joyas de los Testimonios 1:188 (1870). CRA 234.1
318. El hecho de que es malo comer simplemente para satisfacer el gusto pervertido, no quiere decir que debiéramos ser indiferentes acerca de nuestros alimentos. Es un asunto de suma importancia. Nadie debiera adoptar un régimen empobrecido. Muchos están débiles por causa de la enfermedad, y necesitan fortificarse con alimentos bien preparados. Los partidarios de la reforma pro salud, sobre todos los demás, debieran evitar cuidadosamente los extremos. El cuerpo debe recibir suficiente alimento.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 49, 50; Counsels on Health, 118 (1890). CRA 234.2
319. CRA 234.3
Estimado Hno. _____: CRA 234.4
En lo pasado Ud. practicó la reforma pro salud demasiado rigurosamente para su propio bien. Una vez, estando Ud. muy enfermo, el Señor me dio un mensaje para salvarle la vida. Ud. ha sido demasiado severo al restringir su régimen a ciertos alimentos. Mientras yo oraba por Ud. se me comunicaron algunas palabras que tenían por fin enderezar su camino. La indicación era que Ud. debía concederse una alimentación más generosa. No se recomendaba el uso de la carne. Se daban indicaciones acerca de los alimentos que se debían ingerir. Ud. las siguió, mejoró y aún está con nosotros. CRA 234.5
Con frecuencia recuerdo las instrucciones que le fueron dadas. He recibido tantos mensajes preciosos para sostener a los enfermos y afligidos. Por esto doy gracias al Señor y le alabo.—Manuscrito 59, 1912.
Hay que variar los menús
320. Os aconsejamos que cambiéis vuestros hábitos de vida; pero al mismo tiempo os recomendamos que lo hagáis con entendimiento. Conozco familias que han cambiado de un régimen a base de carne a otro deficiente. Su alimento está tan mal preparado que repugna al estómago; y estas personas me han dicho que la reforma pro salud no les asienta, pues están perdiendo su fuerza física. Esta es una razón por la cual algunos no han tenido éxito en sus esfuerzos para simplificar su alimentación. Siguen un régimen pobre. Preparan sus alimentos sin esmero ni variación. No debe haber muchas clases de alimentos en una comida, pero cada comida no debe estar compuesta invariablemente de las mismas clases de alimentos. El alimento debe prepararse con sencillez, aunque en forma esmerada para que incite al apetito. Debéis eliminar la grasa de vuestra alimentación. Contamina cualquier alimento que preparéis. Comed mayormente fruta y verduras.—Joyas de los Testimonios 1:193, 194 (1868).CRA 235.2
321. Muchos han interpretado mal la reforma pro salud, y han recibido ideas deformadas acerca de lo que constituye la manera correcta de vivir. Algunos piensan sinceramente que una dieta apropiada está constituida principalmente por sopas. Un régimen que consista mayormente de gachas [cocimientos blandos o semilíquidos] no aseguraría la salud de los órganos digestivos, porque son poco consistentes.—The Youth’s Instructor, 31 de mayo de 1894.
La consideración de las necesidades individuales
322. Ud. erró, y pensó que era el orgullo lo que incitaba a su esposa a rodearse de más comodidades. Ud. la ha tratado con egoísmo y mezquindad. Ella necesita una alimentación más abundante, una provisión más generosa sobre su mesa; y en su casa necesita todas las comodidades que Ud. le pueda proporcionar, para facilitarle su trabajo en todo lo posible. Pero Ud. ha considerado las cosas desde un punto de vista erróneo. Ud. llegó a pensar que cualquier cosa que podía comerse bastaba si podía vivir y retener su fuerza. Ud. ha insistido en imponer una dieta inadecuada a su débil esposa. Pero ella no puede producir buena sangre y buenas carnes con un régimen que le asienta a Ud. Algunas personas no pueden subsistir con el mismo alimento que a otras les hace bien, aun cuando está preparado en la misma forma. CRA 236.2
Ud. está en peligro de volverse extremista. Su organismo podría transformar una dieta muy tosca y pobre en sangre buena. Sus órganos elaboradores de sangre están en muy buen estado. Pero su esposa requiere una dieta más refinada. Ud. le ha dado el mismo alimento que su organismo puede convertir en buena sangre, pero el organismo de ella no ha podido asimilarlo. Le falta vitalidad, y necesita una dieta más abundante y sustanciosa. Debiera tener una buena provisión de fruta y no estar sujeta a las mismas cosas día tras día. Su vitalidad es muy escasa. Ella está enferma y las necesidades de su organismo son muy diferentes de las de una persona sana.—Testimonies for the Church 2:254 (1869).
No se debe adelantar el tiempo de angustia
323. Vi que Ud. tiene nociones erróneas acerca de maltratar su cuerpo privándose de alimentos nutritivos. Estas cosas inducen a algunos miembros de la iglesia a pensar que con seguridad Dios lo acompaña a Ud., porque de lo contrario no se negaría ni sacrificaría en esta forma. Pero vi que ninguna de estas cosas pueden hacerlo más santo. Los paganos hacen todo esto pero no reciben recompensa. Un espíritu quebrantado y contrito delante de Dios tiene mucho valor a su vista. Vi que sus opiniones concernientes a estas cosas están equivocadas, y que Ud. está observando a la iglesia, y vigilándola, notando cosas pequeñas, cuando debiera enfocar su atención sobre los intereses de su alma. Dios no le ha impuesto la carga de su iglesia. Ud. cree que la iglesia está en la retaguardia, por el hecho de que no ve las cosas como Ud., y porque no sigue la misma rigidez que Ud. piensa que debe seguir. Vi que Ud. está equivocado acerca de su deber y el deber ajeno. Hay quienes han ido a extremos acerca de la alimentación. Han elegido un curso rígido y vivido tan sencillamente que su salud ha sufrido, la enfermedad se ha apoderado del organismo y el templo de Dios se ha debilitado... CRA 237.1
Vi que Dios no requiere de nadie que asuma una actitud de economía tan rígida al punto de debilitar y perjudicar el templo de Dios. Hay obligaciones y requisitos en su Palabra que humillan a la iglesia y hacen que sus miembros aflijan sus almas, y no hay necesidad de hacer cruces y confeccionar deberes a fin de angustiar el cuerpo y provocar humildad. Todo esto está fuera de las instrucciones de Dios. CRA 237.2
Delante de nosotros está el tiempo de angustia; y cuando éste llegue, la severa necesidad exigirá del pueblo de Dios que se niegue a sí mismo y que coma apenas para sostener la vida; pero Dios nos preparará para ese tiempo. En aquella hora espantosa nuestra necesidad será la oportunidad de Dios para impartir su poder fortalecedor y para sostener a su pueblo... CRA 238.1
Los que trabajan con las manos deben alimentarse para poder cumplir con el trabajo, y también los que trabajan con palabra y doctrina deben fortalecerse por la alimentación; porque Satanás y sus ángeles están haciéndoles la guerra con el fin de destruir su vitalidad. Deben buscar descanso para su cuerpo y su mente y evitar el desgaste siempre que puedan, y deben ingerir alimentos nutritivos para mantener su fuerza; porque estarán obligados a ejercitar toda la fuerza que tengan. Vi que no glorifica a Dios en lo mínimo el que sus hijos atraigan sobre sí el tiempo de angustia. Espera al pueblo de Dios un tiempo de angustia y él los preparará para este conflicto terrible.—Testimonies for the Church 1:205, 206 (1859).
Cuando la reforma pro salud se deforma
324. Tengo algo que decir con referencia a los extremos acerca de la reforma pro salud. La reforma pro salud llega a ser una deformidad, que destruye la salud, cuando se la lleva a los extremos. Ud. no tendrá éxito en los sanatorios, donde se trata a los enfermos, si prescribe para los pacientes el mismo régimen que Ud. recetó para sí mismo y su esposa. Le aseguro que sus ideas acerca de la dieta para los enfermos no son aconsejables. El cambio es demasiado grande. Aunque yo descartaría la carne como perjudicial, algo menos objetable puede emplearse, y esto se encuentra en los huevos. No omitamos de la mesa la leche ni prohibamos su uso al cocinar el alimento. La leche usada debe obtenerse de vacas sanas y debe ser esterilizada. CRA 238.3
Los que aceptan opiniones extremistas en la reforma pro salud corren el peligro de preparar platos insípidos. Esto ha sucedido una y otra vez. Los alimentos se han vuelto tan desabridos que el estómago los rechaza. Debiera haber variedad en los alimentos ofrecidos a los enfermos. No debe darse vez tras vez la misma comida...CRA 239.1
Le he hablado de esta manera porque he recibido luz que me ha indicado que Ud. está perjudicando su cuerpo con un régimen deficiente. Debo comunicarle que no será conveniente que Ud. instruya a los estudiantes como lo ha hecho en la cuestión del régimen, porque sus ideas en el sentido de descartar ciertas cosas no prestarán la ayuda necesaria. CRA 239.2
Hno. y Hna. _____: Tengo plena confianza en Uds. y deseo sobre todo que tengan salud física, a fin de que tengan salud espiritual. Es la falta de alimento adecuado lo que les ha ocasionado tanto sufrimiento. Uds. no han ingerido los alimentos adecuados para alimentar su frágil fuerza física. No deben privarse de alimentos sanos. CRA 239.3
En cierta ocasión el Dr. _____ trató de enseñar a nuestra familia a cocinar de acuerdo con la reforma pro salud, según él la entendía, omitiendo la sal y todo otro condimento. Bien, resolví probar, pero perdí tanta fuerza que debí cambiar; de modo que adopté otro sistema con gran éxito. Le cuento esto porque sé que Ud. está en un peligro positivo. Se debe preparar el alimento de modo que sea nutritivo. No se debe eliminar lo que el organismo necesita. CRA 239.4
El Señor invita a los Hnos. _____ a que hagan una reforma, y que tomen períodos de descanso. No es justo que Ud. asuma cargas como lo ha hecho en lo pasado. A menos que sea Ud. cuidadoso, sacrificará esa vida que a los ojos de Dios es tan preciosa. “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. 1 Corintios 6:20. CRA 239.5
No seáis extremistas acerca de la reforma pro salud. Algunos de nuestros hermanos son muy descuidados en lo referente a la reforma pro salud. Pero por el hecho de que hay quienes están muy rezagados, Ud. no debe, a fin de servir de ejemplo para ellos, ser extremista. No debe privarse de aquella clase de alimento que produce buena sangre. Su devoción a los buenos principios le induce a someterse a un régimen que le hace pasar por una experiencia que contraría la reforma pro salud. Este es el peligro que Ud. corre. Cuando Ud. ve que se está debilitando físicamente, es esencial que Ud. haga cambios, y esto en seguida. Ponga en su régimen algo que le falta. Es su deber hacerlo. Obtenga huevos de aves sanas. Consúmalos cocinados o crudos. Mézclelos con el mejor jugo de uva sin fermentar que pueda obtener. Esto suplirá lo que es necesario para su organismo. Ni por un instante piense Ud. que este proceder no sería correcto... CRA 240.1
Apreciamos su experiencia como médico, y sin embargo digo que la leche y los huevos deben incluirse en su menú. Por el momento no podemos privarnos de estas cosas y no debe seguirse una doctrina contraria. CRA 240.2
Ud. corre el peligro de seguir una doctrina fanática en cuanto a la reforma pro salud, y de prescribir para Ud. un régimen que no le sostendrá... CRA 240.3
Espero que Ud. tendrá en cuenta las palabras que le he dirigido. Se me ha indicado que Ud. no podrá ejercer una influencia sana en la reforma pro salud a menos que en algunas cosas Ud. se muestre más liberal hacia Ud. mismo y los demás. Vendrá el momento cuando no se podrá usar la leche con tanta abundancia como se la emplea ahora; pero actualmente no es el momento para suprimirla. Y los huevos contienen propiedades curativas que contrarrestan venenos. Es cierto que se han dado advertencias en contra del uso de estos artículos del régimen a las familias cuyos hijos estaban sumidos en el vicio solitario. Sin embargo no debemos considerar como negación de los buenos principios el emplear huevos de gallinas bien cuidadas y adecuadamente alimentadas. CRA 240.4
Dios invita a aquellos por quienes Cristo murió a que cuiden de su cuerpo, y que den un buen ejemplo a otros. Hermano mío, Ud. no está llamado a establecer una norma para el pueblo de Dios, en lo referente al régimen; porque éste perderá la confianza en las enseñanzas exageradas al extremo. El Señor desea que su pueblo sea ecuánime en todo punto de la reforma pro salud, y no debemos ir a los extremos... CRA 241.1
La razón por la cual la salud del Dr. _____ está afectada es que él ha estado despilfarrando su reserva bancaria de la salud, y no la reemplazó con alimentos sanos, nutritivos y sabrosos. Mi hermano, dedique Ud. toda su vida a Aquel que fue crucificado en su lugar, pero no sea esclavizado por un régimen escaso; porque así representa falsamente la reforma pro salud. CRA 241.2
Mientras que trabajamos contra la glotonería y la intemperancia, debemos recordar los medios y recursos de la verdad evangélica, que se recomiendan de por sí al juicio sano. A fin de hacer nuestro trabajo de acuerdo con lo recto y sencillo, debemos reconocer las condiciones a las cuales está sujeta la familia humana. Dios ha hecho provisión para aquellos que viven en los diferentes países del mundo. Los que desean ser colaboradores con Dios deben considerar cuidadosamente cómo enseñan en la gran viña del Señor la reforma pro salud. Deben obrar con cuidado al especificar exactamente qué alimentos deben o no comerse. El mensajero humano debe unirse con el Auxiliador divino al presentar el mensaje de misericordia a la multitud que Dios quiere salvar. CRA 241.3
Hemos de relacionarnos con las masas. Si se les enseña la reforma pro salud en una manera extremista, se producirá mucho daño. Les pedimos que dejen de comer carne y de beber té o café. Este pedido es correcto, pero algunos dicen que la leche también debiera descartarse. Este es un asunto que requiere ser tratado con cuidado. Hay familias pobres cuyo régimen consiste en pan y leche y a veces un poco de fruta si la pueden obtener. Debiera eliminarse todo alimento a base de carne, pero los hortalizas deben prepararse en forma sabrosa, añadiendo un poco de leche o crema, o su equivalente. Los pobres dicen, cuando se les presenta la reforma pro salud: “¿Qué comeremos? No podemos comprar nueces porque su precio es excesivo”. Mientras predico el Evangelio a los pobres, se me ha instruido a decirles que coman lo que es más nutritivo. No puedo decirles: No debéis comer huevos, ni leche ni crema; no debéis usar mantequilla en la preparación de los alimentos. El Evangelio debe ser predicado a los pobres, y aun no ha llegado el tiempo de prescribir el régimen más estricto. CRA 241.4
Vendrá el tiempo cuando tendremos que renunciar a ciertos alimentos que ahora usamos, como ser la leche, la crema y los huevos; pero mi consejo es que Ud. no atraiga sobre sí prematuramente un tiempo de angustia, y en esa forma se acarree la muerte. Espere a que el Señor prepare el camino delante de Ud. CRA 242.1
Las reformas exigentes hasta el límite pueden convenir a cierta clase, que puede obtener todo lo que necesita para reemplazar las cosas descartadas; pero esta clase constituye una minoría muy pequeña de la gente que considera que estas pruebas son innecesarias. Hay quienes procuran abstenerse de lo que ha sido declarado perjudicial. No suministran al organismo el alimento apropiado y como resultado se debilitan y no pueden trabajar. De esta manera la reforma pro salud es despreciada. La obra que hemos procurado edificar sólidamente es perturbada por cosas extrañas que Dios no exige. Las energías de la iglesia son perjudicadas. CRA 242.2
Pero Dios intervendrá para evitar los resultados de aquellas ideas demasiado estrictas. El Evangelio tiene que poner en armonía a la humanidad pecadora. Ha de llevar a los ricos y a los pobres a los pies de Jesús... CRA 242.3
Pero quiero decir que cuando llegue el tiempo en que ya no deba usarse leche, crema, mantequilla y huevos, Dios nos lo revelará. No se debiera recomendar ninguna actitud extremista en la reforma pro salud. La cuestión del consumo de leche, crema y huevos traerá su propia solución. Actualmente no tenemos preocupación al respecto. Sea vuestra moderación conocida por todos los hombres.—Carta 37, 1901. CRA 243.1
325. Anoche estaba hablando en mi sueño con el Dr. _____. Le dije: Ud. debe ejercer todavía cuidado para no ir a los extremos en materia de régimen. No debe ir a los extremos, ya sea en su propio caso o en la comida provista para los ayudantes y los pacientes del sanatorio. Los pacientes pagan buen precio por la atención que reciben y debieran obtener un menú liberal. Es posible que algunos vengan al sanatorio en una condición que exige un firme control del apetito, así como también un menú más sencillo. Pero a medida que mejora su salud hay que proporcionarles abundantes alimentos nutritivos.—Carta 37, 1904. CRA 243.2
[Los sanatorios deben evitar los extremos en el régimen—427-429] CRA 243.3
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