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Mostrando entradas de abril 25, 2020

Los beneficios de comer semillas de sandía

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Conoce los beneficios que te aporta el consumo de las semillas de sandía  Por lo general, en estas épocas de calor se suele consumir mucha sandía para refrescar nuestro organismo, puesto que esta fruta posee 90% de agua. La mayoría de las personas suelen sacar las semillas al momento de comerlas, sin saber que lo mejor de la fruta se encuentra en las semillas. Esta fruta contiene un 90% de pulpa, aunque las vitaminas se encuentran en un 10% en las semillas. Las semillas contienen vitamina A, B, B3 y E, así como ácidos grasos como el omega-6 y proteínas beneficiosas para la salud. Como puedes darte cuenta la semilla es muy saludable, además tiene muchos efectos positivos en el cuerpo ya que ayudan a promover un estado pleno de salud, por ejemplo funciona como laxante, puesto que limpia el organismo de toxinas. Hay varias formas de consumir la semilla de la sandía, pero te recomendamos que la mastiques muy bien como si se tratase de un alimento “normal”. Si lo haces com...

¡Peligro! Mira las razones por las que debes dejar de tomar leche

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¿Deberíamos seguir bebiendo la leche?  Sin lugar a duda, la leche es uno de los alimentos más consumidos en el mundo. Y desde que nacemos ingerimos este alimento milagroso pero ¿La leche es buena para la salud? ¿Debemos consumir leche siendo adultos? Esta es una de las preguntas más comunes que hacen los ususarios en Internet aunque parezca una locura. Por ello el día de hoy, te aclararemos si es confiable o no ingerir leche. Aunque de antemano te comentamos que debes dejar de hacerlo.  Las razones son simples y entre ellas destacamos: Enfermedades del corazón Aunque no lo creas, la leche perjudica la salud de nuestro corazón por su alto contenido de grasa. Por lo antes planteado se recomienda consumir este alimento una vez por semana. La leche no nos ayuda cuando somos adultos La leche no nos ayuda a mantener nuestro huesos en perfecto estado cuando somos adultos. Indagando un poco nos encontramos que según un estudio, 61.000 mujeres y 45.000 h...

La curación del alma - El Ministerio de Curación - Elena G. White

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Muchos de los que acudían a Cristo en busca de ayuda habían atraído la enfermedad sobre sí, y sin embargo él no rehusaba sanarlos. Y cuando estas almas recibían la virtud de Cristo, reconocían su pecado, y muchos se curaban de su enfermedad espiritual al par que de sus males físicos. Entre tales personas se hallaba el paralítico de Capernaúm. Como el leproso, este paralítico había perdido toda esperanza de restablecimiento. Su dolencia era resultado de una vida pecaminosa, y el remordimiento amargaba su padecer. En vano había acudido a los fariseos y a los médicos en busca de alivio; le habían declarado incurable, y condenándole por pecador, habían afirmado que moriría bajo la ira de Dios. El paralítico había caído en la desesperación. Pero después oyó hablar de las obras de Jesús. Otros, tan pecadores y desamparados como él, habían sido curados, y él se sintió alentado a creer que también podría ser curado si conseguía que le llevaran al Salvador. Decayó su esperanza al recordar...

El toque de la fe - El Ministerio de Curación - Elena G. White

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“Si tocare solamente su vestido, seré salva.” Mateo 9:21. Era una pobre mujer la que pronunció estas palabras, una mujer que por espacio de doce años venía padeciendo una enfermedad que le amargaba la vida. Había gastado ya todos sus recursos en médicos y medicinas, y estaba desahuciada. Pero al oír hablar del gran Médico, renacióle la esperanza. Decía entre sí: Si pudiera acercarme a él para hablarle, podría quedar sana. Cristo iba a la casa de Jairo, el rabino judío que le había instado para que fuera a sanar a su hija. La petición hecha con corazón quebrantado: “Mi hija está a la muerte: ven y pondrás las manos sobre ella para que sea salva” (Marcos 5:23), había conmovido el tierno y compasivo corazón de Cristo, y en el acto fué con el príncipe a su casa. Caminaban despacio, pues la muchedumbre apremiaba a Cristo por todos lados. Al abrirse paso por entre el gentío, llegó el Salvador cerca de donde estaba la mujer enferma. Ella había procurado en vano una y otra vez acercarse ...

Cinco panecillos alimentan a una muchedumbre - El Ministerio de Curación - Elena G. White

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Hundíase el sol en el poniente, y sin embargo el pueblo tardaba en irse. Finalmente, los discípulos se acercaron a Cristo, para instarle a que, por consideración de ellas mismas, despidiera a las gentes. Muchos habían venido de lejos, y no habían comido desde la mañana. Podían obtener alimentos en las aldeas y ciudades cercanas, pero Jesús dijo: “Dadles vosotros de comer.” Mateo 14:16. Luego, volviéndose hacia Felipe, le preguntó: “¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?” Juan 6:5. Felipe echó una mirada sobre el mar de cabezas, y pensó cuán imposible sería alimentar a tanta gente. Respondió que doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno comiese un poco. Preguntó Jesús cuánto alimento había disponible entre la gente. “Un muchacho está aquí—dijo Andrés—que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos?” Vers. 9. Jesús mandó que se los trajeran. Luego dispuso que los discípulos hicieran sentar a la gente sobre la hierba. Hecho es...

Días de ministerio activo - El Ministerio de Curación - Elena G. White

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En la vivienda del pescador en Capernaúm, la suegra de Pedro yacía enferma de “grande fiebre; y le rogaron por ella.” Jesús la tomó de la mano “y la fiebre la dejó.” Lucas 4:38, 39; Marcos 1:30. Entonces ella se levantó y sirvió al Salvador y a sus discípulos. Con rapidez cundió la noticia. Hizo Jesús este milagro en sábado, y por temor a los rabinos el pueblo no se atrevió a acudir en busca de curación hasta después de puesto el sol. Entonces, de sus casas, talleres y mercados, los vecinos de la población se dirigieron presurosos a la humilde morada que albergaba a Jesús. Los enfermos eran traídos en camillas, otros venían apoyándose en bordones, o sostenidos por brazos amigos llegaban tambaleantes a la presencia del Salvador. Hora tras hora venían y se iban, pues nadie sabía si el día siguiente hallaría aún entre ellos al divino Médico. Nunca hasta entonces había presenciado Capernaúm día semejante. Por todo el ambiente repercutían las voces de triunfo y de liberación. No ce...