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Mostrando entradas de marzo 28, 2020

La primera venida de Jesús - El rey ya viene - ¡Maranata: El Senor Viene!

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La primera venida de Jesús Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, ... para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gálatas 4:4, 5. La venida del Salvador había sido predicha en el Edén. Cuando Adán y Eva oyeron por primera vez la promesa, esperaban que se cumpliese pronto. Dieron gozosamente la bienvenida a su primogénito, esperando que fuese el Libertador. Pero el cumplimiento de la promesa tardó. Los que la recibieron primero, murieron sin verlo. Desde los días de Enoc, la promesa fue repetida por medio de los patriarcas y los profetas, manteniendo viva la esperanza de su aparición, y sin embargo no había venido. La profecía de Daniel revelaba el tiempo de su advenimiento, pero no todos interpretaban correctamente el mensaje. Transcurrió un siglo tras otro, y las voces de los profetas cesaron. La mano del opresor pesaba sobre Israel, y muchos estaban listos para exclamar: “Se van prolongando los dí...

Prólogo - ¡Maranata: el Señor viene!

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Prólogo “La doctrina del segundo advenimiento es verdaderamente la nota tónica de las Sagradas Escrituras—declaró la autora de los mensajes inspirados que hemos seleccionado para este ejemplar de Meditaciones Matinales—... En torno de su venida se agrupan las glorias de ‘la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo’. Hechos 3:21. Entonces será quebrantado el poder del mal que tanto tiempo duró; ‘los reinos del mundo’ vendrán a ser ‘de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos’ Apocalipsis 11:15”.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 344, 346. Los corazones de los miembros del pueblo de Dios, jóvenes y ancianos, laten con el intenso anhelo de ver llegar el día de liberación que está tan cerca. En vista del rápido cumplimiento de las profecías que confirman su fe en la inminencia del regreso del Señor, los fideicomisarios de las Publicaciones Elena G. de White encargaro...

El exceso en la alimentación - Elena G. White

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Muchos que han adoptado la reforma pro salud han abandonado todo lo perjudicial; pero ¿quiere decir esto que porque han dejado estas cosas, pueden comer tanto como quieran? Se sientan a la mesa, y en vez de considerar cuánto deben comer, se entregan al apetito y comen en exceso. Luego, el estómago debe trabajar hasta el extremo durante el resto del día para eliminar la carga que se le ha impuesto. Todo alimento ingerido, del cual el organismo no deriva beneficio, es una carga para la naturaleza en su trabajo. Estorba la máquina viviente. El organismo queda obstruido y no puede realizar su trabajo con éxito. Los órganos vitales quedan recargados innecesariamente, y la fuerza nerviosa del cerebro es desviada al estómago para ayudar a los órganos digestivos a realizar su obra de procesar una cantidad de alimento que no beneficia al organismo. De esta manera la fuerza del cerebro queda disminuida por las exigencias que se le imponen para ayudar al estómago a llevar su pesada carga. Y d...

Extremos en el régimen alimentario - Elena G. White

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Muchos de los conceptos observados por los adventistas del séptimo día difieren grandemente de los practicados por el mundo en general. Los que predican una verdad impopular deben ser consecuentes en su propia vida. No tratarán de ver cuán diferentes de los demás logran ser, sino cuánto pueden acercarse a quienes desean impresionar con el fin de ayudarlos a alcanzar blancos elevados. Tal curso de acción recomendará a los demás las verdades que sostienen ellos mismos. Los que predican una reforma de la alimentación, deben demostrar tan claramente como les sea posible las ventajas de la higiene mediante lo que sirven en sus propias mesas. Deben ejemplificar sus principios de tal manera que resulten llamativos para las mentes sinceras. Hay muchos que rechazarán cualquier reforma, por muy razonable que sea, si restringe el apetito. Estas personas consultan al paladar en lugar de la razón y las leyes de la salud. Según ellos, todos los que se aparten del camino acostumbrado y defienda...

La alimentación y la salud - Elena G. White

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Participante de la naturaleza divina Jesús confió en la sabiduría y fuerza de su Padre celestial. Declara: “Jehová el Señor me ayudará; por tanto no he sido abochornado;... y que sé que no seré avergonzado.... He aquí que Jehová me ayudará”. Llamando la atención a su propio ejemplo, él nos dice: “¿Quién hay de entre vosotros que teme a Jehová,... que anda en tinieblas y no tiene luz? ¡Confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios!” “Viene el príncipe de este mundo—dice Jesús;—mas no tiene nada en mí”. No había en él nada que respondiera a los sofismas de Satanás. El no consintió en pecar. Ni siquiera por un pensamiento cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad. Fue hecho idóneo para el conflicto mediante la permanencia del Espíritu Santo en él. Y él vino para hacernos participantes de la naturaleza divina. Mientras estemos unidos con él por la fe, el pecado no tendrá dominio sobre nosotros. Dios extiende s...

La fidelidad en la práctica de la reforma pro salud - Elena G. White

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Estoy encargada de dar a nuestra iglesia entera un mensaje tocante a la reforma pro salud; porque muchos han dejado de ser fieles a sus principios. El propósito de Dios para sus hijos es que éstos alcancen a la medida de la estatura de hombre y mujeres perfectos en Cristo Jesús. Para ello, deben hacer uso conveniente de todas las facultades de la mente, el alma y el cuerpo. No pueden derrochar ninguna de sus energías mentales o físicas. El asunto de la conservación de la salud tiene una importancia capital. Al estudiar esta cuestión en el temor de Dios, aprenderemos que, para nuestro mejor desarrollo físico y espiritual, conviene que nos atengamos a un régimen alimentario sencillo. Estudiemos con paciencia esta cuestión. Para obrar atinadamente en este sentido, necesitamos conocimiento y discernimiento. Las leyes de la naturaleza existen, no para ser resistidas, sino acatadas. Los que han recibido instrucciones acerca de los peligros del consumo de carne, té, café y alimentos ...

El poder del apetito - Elena G. White

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Una de las tentaciones más intensas que el hombre tenga que arrostrar se refiere al apetito. Entre la mente y el cuerpo hay una relación misteriosa y maravillosa. La primera reacciona sobre el último, y viceversa. Mantener el cuerpo en condición de buena salud para que desarrolle su fuerza, para que cada parte de la maquinaria viviente pueda obrar armoniosamente, debe ser el primer estudio de nuestra vida. Descuidar el cuerpo es descuidar la mente. No puede glorificar a Dios el hecho de que sus hijos tengan cuerpos enfermizos y mentes atrofiadas. Complacer el gusto a expensas de la salud es un perverso abuso de los sentidos. Los que participan de cualquier clase de intemperancia, sea en comer o beber, malgastan sus energías físicas y debilitan su poder moral. Experimentarán las consecuencias de la transgresión de la ley física. El Redentor del mundo sabía que la complacencia del apetito produciría debilidad física y embotaría de tal manera los órganos de la percepción, que no disce...

Relación de la alimentación con la salud y la moralidad - Elena G. White

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Relación de la alimentación con la salud y la moralidad Se nos ha concedido sólo una vida y cada uno debiera preguntarse: “¿Cómo puedo glorificar a Dios y beneficiar a mis semejantes?” Porque la vida tiene valor únicamente si se la usa para alcanzar estos fines. El desarrollo propio es un deber El autodesarrollo es nuestra primera responsabilidad para con Dios y nuestros semejantes. Toda facultad que el Creador nos ha concedido, debe ser desarrollada hasta alcanzar la plenitud de su capacidad, de tal manera que podamos realizar el mayor bien posible. Por lo tanto, el tiempo empleado en cultivar y preservar la salud física y mental está bien usado. No podemos darnos el lujo de impedir el crecimiento o debilitar ninguna función del cuerpo ni de la mente. De lo contrario tendremos que sufrir las consecuencias. Todo hombre tiene la oportunidad, en gran medida, de elegir su propio destino. Las bendiciones de esta vida y también las del estado inmortal, se hallan a su alcance. Se ...