Que el cabello rizado es precioso, nadie puede negarlo. Tiene estilo propio y volumen, dos aspectos que las mujeres con melena recta anhelan con todo su corazón. Pero, los rizos también tienen sus complicaciones: ¡domarlos requiere de paciencia y de mucha práctica!
Hablamos con chicas reales para que nos cuenten los ‘problemillas’ que padecen a diario con su cabello ondulado. ¡No te los pierdas!
“Vivo adaptándome a las limitaciones de mi melena”
“Aunque todos me digan que mi pelo tiene mucho estilo, a mí me ha costado muchísimo quererlo y aceptarlo. Tengo el cabello corto por los hombros, y ondas que comienzan desde la raíz. Jamás pude hacerme el corte que estaba de moda ni logré ir a las bodas de mis amigas con los peinados que soñaba”, confiesa Laura, arquitecta de 32 años y agrega: “Finalmente, hoy siento que pude hacer las paces con mi cabello. Con los años aprendí a lucirlo para destacar sus potencialidades y a amarlo como es”.
“Los planes espontáneos son mi peor enemigo: este cabello requiere de (mucha) preparación previa”
Rosario, odontóloga de 30 años, nos cuenta que si hay algo que detesta son las salidas de imprevisto. “Mi cabello necesita un aviso previo. Jamás pude decir: ‘En 5 minutos me preparo y salgo’. Mis rizos requieren de horas de alistamiento y, por ejemplo, no lucen bien si recién me acabo de bañar. Entonces, cada vez que tengo un evento, me lavo el pelo el día anterior para que se vea bien para el gran día”, admite.
“Cada vez que me voy de viaje, empaco un arsenal de productos para el cabello”
Candelaria admite que ya está acostumbrada, pero su pareja y sus amigas no terminan de sorprenderse cada vez que emprende un viaje y llena la mitad de la maleta con productos para el cabello rizado. “No puedo dejar nada librado al azar, y llevo conmigo a donde sea que vaya, mis aliados para domesticar esta melena”, aclara esta profesora de natación de 28 años.
¿Cuáles son sus productos esenciales? “Como mínimo, llevo un champú neutro, acondicionador para desenredar el pelo, una crema para peinar, cera para las puntas del cabello y un producto anti-friz”, enumera Candelaria.
“Todos adoran el verano, menos yo que lo padezco”
“Portadora de un tupido cabello rizado, me acostumbré a alisarlo y a peinarlo todos los días. Sin embargo, en verano, época de zambullirse en la piscina o en el mar, mi melena se descontrola. Entonces tengo dos alternativas, o parezco el Lion King o cubro mi pelo con pañuelos, sombreros y miles de clips. Es todo un estrés para mí”, admite Inés, economista de 26 años.
Y tú, ¿qué otros problemillas tienes con tu cabello rizado? ¡Comparte tu experiencia!
