LA VERDAD ACERCA DE LA SOYA
El mayor malentendido sobre la soja es que promueve el cáncer de mama, porque contiene unos compuestos fitoestrógenos que se llaman isoflavonas. Como el estrógeno puede promover el crecimiento del cáncer, es normal asumir que los fitoestrógenos también, pero es todo lo contrario.
Hay dos tipos de receptores en el cuerpo, los alfa y los beta. Los fitoestrógenos de la soja se unen y activan a los receptores beta, que tienen efectos antiestrogénicos e inhiben algunos de los efectos promotores del crecimiento del estrógeno normal. Esto es algo que se sabe ya desde hace 10 años. ¿De dónde viene esta idea de que la soja podría aumentar el riesgo de cáncer de mama? Pues de un estudio en ratones. Pero resulta que (sorpresa, sorpresa) no somos ratones.
Al combinar todos los resultados de 5 estudios (con un total de más de 10 mil pacientes), se ve que el consumo de alimentos a base de soja después de un diagnóstico de cáncer de mamá se vinculó con una disminución tanto en la mortalidad como en la recurrencia; es decir, una vida más larga y con menor probabilidad de que reaparezca el cáncer. Esta mayor probabilidad de supervivencia se dio en mujeres con tumores con receptores de estrógeno positivos y negativos, y en mujeres jóvenes y mayores.
Las isoflavonas de la soja han demostrado su eficacia en el tratamiento de los síntomas típicos del síndrome climatérico. Diversos trabajos han encontrado también un potencial anticancerígeno de los fitoestrógenos debido a la inhibición de ciertas enzimas implicadas en la diferenciación y el crecimiento tumoral.
Las isoflavonas de la soja han demostrado su eficacia en el tratamiento de los síntomas típicos del síndrome climatérico. Diversos trabajos han encontrado también un potencial anticancerígeno de los fitoestrógenos debido a la inhibición de ciertas enzimas implicadas en la diferenciación y el crecimiento tumoral.
🥕Soja y fitoestrógenos: explorando los beneficios, mitos y realidades de la soja y los alimentos de soja
Muchas personas se preocupan innecesariamente por los fitoestrógenos naturales de la soja. ¿Qué son exactamente los fitoestrógenos y cuáles son sus efectos en el cuerpo?
Como dietista, recomiendo regularmente proteínas saludables como los frijoles de soja y el tofu en muchas de mis recetas y planes de comida. Pero a veces las personas objetan porque han escuchado cosas malas de la soja. Aunque las ventajas y las desventajas de la soja se han estudiado rigurosamente durante las últimas décadas, aún existen muchos mitos y conceptos erróneos en la cultura popular.
Los alimentos de soja han sido reconocidos desde hace tiempo como buenas fuentes de proteína y, en algunas partes del mundo, la soja forma parte de la dieta desde hace millas de años. Cada vez hay más estudios de investigación que sustentan los diversos beneficios de la soja para la salud . Pero todavía existe cierta confusión sobre el tema.
En este artículo, veremos lo que dice la ciencia, estudiando sus beneficios nutricionales y abordando las preocupaciones comunes sobre la soja y sus alimentos derivados.
¿Cuáles son los beneficios de la soja?
Los frijoles de soja no son parte de la dieta básica en el mundo occidental. Pero los alimentos tradicionales a base de soja como el tofu, el miso y el tempeh han sido la base de la dieta en Asia oriental durante siglos, donde son valorados no solo por su versatilidad, sino también por la nutrición saludable que ofrecen.
La soja tiene un perfil nutricional impresionante.
Aunque el frijol en general es rico en proteína, los frijoles de soja encabezan la lista cuando hablamos de proteína de calidad. Al ser una proteína vegetal completa, la soja contiene todos los aminoácidos esenciales que se usan para fabricar los diferentes tipos de estructuras proteicas especializadas que el cuerpo necesita.
La soja también es baja en grasas saturadas y no contiene colesterol, ya que únicamente los alimentos de origen animal lo contienen. Esto, aunado al hecho de que la mayoría de las grasas en la soja son poliinsaturadas, hace que la soja sea un alimento saludable para el corazón.
Incluir alimentos de soja en tu dieta podría mejorar tu ingesta de vitaminas, tales como el folato y la vitamina K, y de minerales como el calcio, el magnesio y el hierro. Además, aumentarás tu ingesta de fibra si viene soja entera, ya que la fibra no puede obtenerse de la proteína animal.
La proteína de soja ayuda a aumentar la masa muscular
Cuando las personas piensan en proteína para aumentar la masa muscular, usualmente piensan en proteína de suero de leche. La proteína de soja también es muy eficaz para promover el desarrollo muscular, pero el estigma contra el consumo de soja y sus isoflavonas naturales – fitoestrógenos (o “estrógenos vegetales”) – ha llevado a algunos consumidores a evitarla, con la creencia de que estos Los compuestos vegetales pueden reducir los niveles de testosterona e interferir con el desarrollo muscular.
Esta creencia es falsa. De acuerdo con un metaanálisis de estudios relacionados con la proteína de soja y las isoflavonas , se llegó a la conclusión de que ni los alimentos de soja ni los suplementos de isoflavonas tenían efectos significativos en la concentración de testosterona en los hombres.
La soja es una excelente fuente de proteína, además de ser rica en arginina, el aminoácido que utiliza el cuerpo para producir óxido nítrico . El óxido nítrico aumenta el flujo sanguíneo a los músculos, lo que ayuda a suministrar nutrientes y oxígeno durante el entrenamiento.
La soja es una alternativa sustentable a la proteína animal.
Puedes ayudar al planeta consumiendo más proteínas de origen vegetal como la soja . Al compararse con el impacto ambiental de la cría de animales de granja, la producción de soja usa menos tierra y agua y produce también menos gases de efecto invernadero.
A pesar de estos beneficios, algunas personas aún tienen dudas respecto a los alimentos de soja, y regularmente citan un rumor o un estudio obsoleto. Veamos el enfoque científico de estas preguntas y afirmaciones recurrentes.
Respondiendo a las inquietudes más comunes sobre la soja y el estrógeno
Los estrógenos vegetales no son iguales al estrógeno natural producido por el cuerpo.
La confusión parece surgir del hecho de que la soja (y muchos otros alimentos, por cierto) contiene compuestos vegetales naturales, llamados isoflavonas, que se clasifican como “fitoestrógenos” (“fito” significa “planta”).
Por eso, cuando la gente escucha que los alimentos de soja contienen “fitoestrógenos”, le da la espalda a dichos alimentos porque tienen miedo de exponer su cuerpo a “demasiado estrógeno”.
Te explicaré la diferencia lo más claramente posible:
Las isoflavonas se conocen como fitoestrógenos o “estrógenos alimentarios” ya que contienen una estructura química que es similar – mas no idéntica – al estrógeno natural, la hormona producida por el sistema endócrino del cuerpo.
Los fitoestrógenos forman parte del sistema de defensa natural de las plantas y trabajan principalmente para protegerlas de hongos dañinos, por eso los encontrarás en muchos alimentos.
Aunque los frijoles de soja son probablemente la fuente más rica de fitoestrógenos, estos se pueden encontrar en todo tipo de frijoles, nueces, granos integrales y semillas como la linaza y el sésamo. Incluso se encuentran en menor cantidad en ciertas frutas y vegetales, como las manzanas, zanahorias y ñames.
La clave es esta: los fitoestrógenos de la soja no son iguales al estrógeno que producen el cuerpo y no ejercen los mismos efectos.
¿Cómo funcionan los fitoestrógenos en el cuerpo?
Me gustaría explicarte cómo funcionan, ya que podría ayudarte a entender por qué estos compuestos naturales de la soja han sido tan mal entendidos:
Algunos tejidos del cuerpo, como las mamas, los huesos y la próstata, contienen estructuras en las células llamadas receptores de estrógenos (RE) . Estos receptores permanecen inactivos dentro de las células de los tejidos hasta que el estrógeno ingresa a la célula. Una vez que el estrógeno entra y se une al receptor, puede ejercer sus efectos dentro de la célula.
Aquí es donde las cosas se complican un poco más, pero quédate conmigo. En realidad, existen dos tipos diferentes de receptores de estrógenos , y el estrógeno natural del organismo no es particularmente selectivo en cuanto a cuál se unirá – este se unirá felizmente a ambos . tipos de receptores .
Por otro lado, los fitoestrógenos – como las isoflavonas de la soja – prefieren unirse a un solo tipo de receptor. Y esto es lo que hace que los fitoestrógenos sean tan claramente diferentes del estrógeno que producen el cuerpo .
Los fitoestrógenos prefieren unirse a un tipo de receptor, y esto significa dos cosas. Primero, significa que el estrógeno natural puede unirse a aquellos receptores a los que los fitoestrógenos no quieren unirse y ejercer sus efectos dentro de la célula. Pero cuando los fitoestrógenos se unen a su tipo preferido de receptor, podría decirse que “se interponen en el camino”, lo que hace más difícil que se un el estrógeno natural del cuerpo.
Y aquí radican los efectos únicos de los fitoestrógenos: pueden actuar como el estrógeno en algunos tejidos, mientras que en otros, pueden interferir con la acción del estrógeno natural del cuerpo. Así, estos compuestos vegetales pueden imitar los efectos del estrógeno en los tejidos en los que puede ser beneficioso – y al mismo tiempo, pueden interferir con la acción del estrógeno en otros tejidos en los que una exposición reducida al estrógeno podría considerarse protectora.
En conclusión: los efectos de las isoflavonas en el cuerpo humano se han estudiado a profundidad y, como señaló un reciente artículo de revisión , “No hay indicios de riesgo para la salud humana debido al consumo de soja o isoflavonas de soja como parte habitual de la dieta… al contrario, los estudios de las últimas décadas sugieren que estos compuestos tienen efectos protectores”.
¿La soja aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama?
Las isoflavonas de la soja no aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama. Esta confusión acerca de los fitoestrógenos ha llevado a algunas mujeres a evitar los alimentos de soja debido a la creencia errónea de que estos estrógenos vegetales aumentarán la exposición del cuerpo al estrógeno e incrementarán el riesgo de padecer cáncer de mama.
Sin embargo, en realidad podría ocurrir todo lo contrario.
¿La soja realmente reduce el riesgo de padecer cáncer de mama?
En el caso del cáncer de mama, la preocupación de que la soja aumente los niveles de estrógeno natural está infundada. De hecho, la incidencia de cáncer de mama es más baja en aquellos países que consumen soja de manera regular.
En estudios epidemiológicos asiáticos, el consumo elevado de soja en los primeros años de vida se comprometió a una reducción del 25% al 60% del riesgo de padecer cáncer de mama . Del mismo modo, la Sociedad Norteamericana de Menopausia concluyó que las isoflavonas derivadas de la soja no aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama o de endometrio.
¿La soja puede feminizar a los hombres?
Coloquialmente conocidos como “pechos de hombre”, este mito ha provocado que algunos hombres eviten por completo los productos derivados de la soja. Aunque ciertamente es noticia, esto solo se concluyó en un estudio , que documentó este efecto de “feminización” en un hombre de 60 años que bebía tres cuartos de galón de leche de soja al día.
Se calculó que el sujeto consumía 360 miligramos al día de isoflavonas, nueve veces más la cantidad de isoflavonas que suelen consumir los hombres japoneses de edad avanzada, cuya ingesta de soja es ya superior a la media mundial. La ingesta elevada de soja en el sujeto también formaba parte de una dieta poco equilibrada y carente de nutrientes, ya que la mayor parte de su ingesta de calorías provenía de alimentos de soja.
No debemos sacar conclusiones a partir de un solo caso, y en numerosos ensayos clínicos , no ha existido un informe sobre los efectos de feminización en hombres expuestos a hasta 150 miligramos al día de isoflavonas de soja.
Cómo incluir más soja en tu dieta
De hecho, la soja es muy versátil y existen diversos métodos prácticos y convenientes para disfrutarla todos los días. Estos son algunos ejemplos:
Los edamame son frijoles verdes de soja. Puedes localizar en el congelador del supermercado, ya sea con vaina o desgranados. Después de cocinarlos poco tiempo en agua salada, pueden consumirse como bocadillo o agregarse a sopas o ensaladas.
El tempeh se elabora a partir de granos de soja parcialmente cocidos, que se deja fermentar y después se forma en un bloque firme. Ya que el tempeh es fermentado, es fuente de “bacterias buenas” o probióticos . Tiene sabor a carne y textura firme que lo ayuda a mantener su forma, por lo que es excelente para ensaladas o platillos salteados.
El miso es una pasta elaborada a partir de frijoles de soja fermentados, lo que significa que también contiene probióticos. Se usa como base para la sopa y como ingrediente para salsas, aderezos y marinados. Hay diversas variedades, y el color puede ir desde el amarillo claro hasta el café oscuro. En general, el miso claro es menos salado y tiene un sabor más suave que el oscuro.
La leche de soja se elabora con frijoles de soja secos que se remojan en agua hasta que se rehidratan y después se licúan con agua. La leche resultante se vende como bebida o se hace yogur. La leche y el yogur de soja contienen aproximadamente 7 gramos de proteína por cada porción de 8 onzas (250 ml). Puedes usar la leche de soja como bebida por sí sola o puedes usarla para reemplazar la leche regular en la mayoría de las recetas o en los batidos de proteína.
Las nueces de soja son frijoles de soja enteros tostados. Puede ser un excelente bocadillo, pero además pueden usarse en ensaladas, mezclas de frutos secos y en el cereal. Las nueces de soja (y la crema de nueces de soja, elaborada con nueces de soja molidas) contienen un poco más de proteína y un poco menos de grasa que los cacahuates o la crema de cacahuate.
La proteína de soja en polvo y los sustitutos de carne están elaborados con harina de frijoles de soja a la que se le retiró la mayor parte de la grasa. Este polvo puede agregarse a los batidos o mezclarse con avena, y los sustitutos de carne de soja pueden usarse en todo tipo de recetas para reemplazar el pollo o la carne.
El tofu es básicamente un queso elaborado a partir de la leche de soja. Varía en textura, que va desde muy firme hasta muy blanda y tiene también un sabor suave. Es perfecto para mezclar con todo, desde salsas picantes hasta frutas endulzadas naturalmente. El tofu más firme sirve para asar o saltear, mientras que el más suave y cremoso puede usarse en batidos o endulzarse y acompañar con fruta como postre.
Escrito por: Susan Bowerman, MS, RD, CSSD, CSOWM, FAND – Directora Sénior, Educación y Capacitación Mundial en Nutrición
Susan Bowerman
MS, RD, CSSD, CSOWM, FAND – Directora Sénior, Educación y Capacitación Mundial en Nutrición
Susan Bowerman obtuvo su Licenciatura en Biología con Honores de la Universidad de Colorado y recibió su Maestría en Ciencia de los Alimentos y Nutrición de la Universidad Estatal de Colorado. Es dietista registrado y cuenta con dos certificaciones profesionales de la Academia de Nutrición y Dietética como especialista certificada en Dietética del Deporte, así como en Obesidad y Control de Peso; También es Miembro de la Academia.
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