Maíz: propiedades, beneficios y valor nutricional
Fueron las civilizaciones precolombinas las que establecieron el maíz como uno de los alimentos básicos en su dieta y fueron los españoles quienes lo trajeron a Europa. A principios del siglo XVI ya se cultivaba en Andalucía y su cultivo se extendió por toda la Península Ibérica, Europa, norte de África y Asia.
Actualmente, el maíz constituye el tercer cereal más cultivado en el mundo, y después del trigo y el arroz es la base de la alimentación de muchos países. En España no ha conseguido desbancar al trigo, aunque va ganando consumidores, sobre todo entre las personas celíacas, ya que el maíz no contiene gluten.
Existen distintas variedades, que se diferencian en función de su color (amarillo, blanco, azul, morado, rojo y negro) o por la finalidad a la que están destinadas. Las más conocidas en España son el maíz dulce (el que se consume crudo, fresco o enlatado), el maíz cristalino (se utiliza para hacer harinas y sémolas) y el maíz reventón (el que se utiliza para preparar palomitas).
Además de fresco, el maíz se puede adquirir congelado o envasado, en forma de harina, copos o en sémola para la preparación de bizcochos y productos de repostería. La mejor forma de cocinar el maíz dulce, si está tierno, es al vapor. Pero una de las maneras más deliciosas de disfrutar de una mazorca sin complicarse en los fogones es asándola y condimentándola con mantequilla o aceite y sal.
El maíz es un alimento muy complet o, que contiene muchas vitaminas y minerales que favorecen nuestro metabolismo. Por ello la OMS recomienda su consumo.
Aunque el maiz tiene una fibra no digerible por el humano las mismas ayudan a mantener el intestino limpio por que funcionan como una escoba que arrastra lo que deberia salir de el.
Valor nutricional (por 100 gramos):
Calorías: 86
Carbohidratos: 19 g
Grasas: 1,2 g
Proteínas: 3,2 g
Ácido fólico (vitamina B9): 46 μg
Potasio: 270 mg
Propiedades y beneficios
Antioxidantes
El maíz es fuente de antioxidantes que combaten los radicales libres y el envejecimiento celular.
Saciante
Rico en fibra e hidratos de carbono el maíz es saciante y ayuda a controlar nuestro apetito.
Bueno para el cerebro
Rico en ácido fólico y otras vitaminas, el maíz es un aliado de diversas funciones cerebrales.
Cuida nuestra salud cardiovascular
La vitamina B1 que contiene el maíz disminuye la homocisteína y, por lo tanto, reduce también el riesgo de sufrir un ataque cardiovascular.
Indicado para las embarazadas
Rico en ácido fólico, es muy recomendable para las embarazadas y en etapas de lactancia.
El maíz es uno de los cereales más populares del mundo. Es la semilla de una planta de la familia de las gramíneas, nativa de América Central pero cultivada en innumerables variedades en todo el mundo. El maíz integral es tan saludable como cualquier cereal, ya que es rico en fibra y muchas vitaminas, minerales y antioxidantes.
Sin embargo, los productos de maíz refinado también se consumen ampliamente, con frecuencia como ingredientes en alimentos procesados, que resultan menos saludables. Esta planta crece en forma de espiga, llamada mazorca o panocha, a la que se adhieren los granos formando perfectas hileras, que está protegida por una vaina de hojas lisas. En nuestro país es un importante cultivo en diferentes regiones, como Andalucía y Galicia.
"En cocina, cuando la mazorca está tierna y es de maíz dulce, se consume crudo, en ensaladas, asado, frito, guisado o cocido. Se utiliza para fabricar harina con la que se hacen tortas (borona), gachas y papillas (polenta) y el gofio de las Islas Canarias. En repostería también se recurre habitualmente a este cereal. Son muy populares las palomitas, fabricadas con maíz tostado. Su valor alimenticio lo proporcionan las proteínas, lípidos y glúcidos que contiene en cantidades importantes", afirma sobre este alimento la Fundación Española de Nutrición.
Según la base de datos nacional de nutrientes del Departamento de Agricultura de EEUU, el maíz no solo proporciona las calorías necesarias para un metabolismo saludable y diario, sino que también es una rica fuente de vitaminas A, B, E y muchos minerales..
De hecho, sus valores nutricionales por cada 100 gramos de porción comestible es de 50 kilocalorías, 1,1 gramos de proteína, 10,7 gramos de hidratos de carbono y 1 gramo de fibra. Es, precisamente, su alto contenido de fibra dietética la causa de que desempeñe un papel importante en la prevención de enfermedades digestivas como el estreñimiento. Además, los antioxidantes presentes también actúan como agentes anticancerígenos y previenen la enfermedad de Alzheimer. Pero sus beneficios van mucho más allá. Veamos algunos de ellos.
Previene las hemorroides
El contenido de fibra de una taza de maíz equivale al 18,4% de la cantidad diaria recomendada. Esto ayuda a aliviar problemas digestivos como el estreñimiento y las hemorroides, así como a reducir el riesgo de cáncer de colon debido a que el maíz es un grano integral.
La fibra dietética puede ayudar a abultar y ablandar las heces, promoviendo la eliminación regular y disminuyendo el esfuerzo. Este proceso se realiza estimulando el movimiento peristáltico y la producción de jugo gástrico y bilis. Al agregar volumen a las heces sueltas, las posibilidades de síndrome de intestino irritable y diarrea pueden reducirse en gran medida.
Promueve un crecimiento correcto
El maíz es rico en componentes de vitamina B, especialmente tiamina y niacina. Es sabido que la tiamina es esencial para mantener la salud nerviosa y la función cognitiva. También que la deficiencia de niacina conduce a la pelagra, una enfermedad caracterizada por diarrea, demencia y dermatitis que se observa comúnmente en personas desnutridas. También es una buena fuente de ácido pantoténico , que es una vitamina esencial para los carbohidratos, proteínas y metabolismo de los lípidos en el cuerpo.
Además, el maíz proporciona un porcentaje significativo del requerimiento diario de folato, algo importante para las mujeres embarazadas, ya que la deficiencia de ácido fólico en mujeres embarazadas puede provocar el nacimiento de bebés con bajo peso y también puede provocar defectos del tubo neural en los recién nacidos.
Proporciona minerales esenciales
Un estudio afirma que el maíz contiene abundantes minerales que benefician positivamente al cuerpo de varias maneras. El fósforo, junto con el magnesio, el manganeso , el zinc , el hierro y el cobre son algunos de los nutrientes esenciales que se encuentran en todas las variedades de maíz. También contiene trazas de minerales como el selenio, que son difíciles de encontrar en la mayoría de las dietas. El fósforo es esencial para regular el crecimiento normal, la salud ósea y el funcionamiento óptimo del riñón. El magnesio es necesario para mantener una frecuencia cardíaca normal y para aumentar la densidad mineral ósea.
Protege la salud cardiovascular
Una investigación ha demostrado que el aceite de maíz tiene un efecto antiaterogénico en los niveles de colesterol, lo que reduce el riesgo de diversas enfermedades cardiovasculares. El aceite de maíz, en particular, es la mejor manera de mejorar la salud del corazón y esto se deriva del hecho de que el maíz está cerca de una combinación óptima de ácidos grasos. Esto permite que los ácidos grasos omega-3 eliminen el colesterol malo. Esto puede reducir las posibilidades de que las arterias se obstruyan, disminuir la presión arterial y minimizar el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Previene la anemia
El maíz ayuda a prevenir la anemia causada por una deficiencia de vitaminas y minerales. También contiene hierro, uno de los minerales esenciales necesarios para formar nuevos glóbulos rojos, cuya deficiencia es una de las principales causas de anemia. Muchos estudios también conectan la vitamina A y el betacaroteno con una mayor absorción de hierro.
Cuidado de ojos y piel
Precisamente por ser una fuente rica en betacaroteno, que forma vitamina A en el cuerpo, el maíz amarillo es un buen aliado para mantener una en buen estado de salud la visión y la piel. Según un estudio publicado en la revista Science, el betacaroteno es una gran fuente de vitamina A porque una vez ingerida, tiende a convertirse en ésta. Además, el betacaroteno que no se convierte en vitamina A actúa como un antioxidante muy potente, como todos los carotenoides, y puede combatir enfermedades como el cáncer y las cardíacas.
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