Ha de darse instrucción sobre los temas de la salud - Consejo Sobre el Régimen Alimenticio por: Elena G. White
Ha de darse instrucción sobre los temas de la salud
La necesidad de impartir educación higiénica
759. Nunca fue tan necesario como hoy dar educación en los principios que rigen la salud. A pesar de los maravillosos adelantos relacionados con las comodidades y el bienestar de la vida, y aun con la higiene y el tratamiento de las enfermedades, resulta alarmante el decaimiento del vigor y de la resistencia física. Esto requiere la atención de cuantos toman muy a pecho el bienestar del prójimo. CRA 529.1
Nuestra civilización artificial fomenta males que anulan los sanos principios. Las costumbres y modas están en pugna con la naturaleza. Las prácticas que imponen, y los apetitos que alientan, aminoran la fuerza física y mental y echan sobre la humanidad una carga insoportable. Por doquiera se ven intemperancia y crímenes, enfermedad y miseria. CRA 529.2
Muchos violan las leyes de la salud por ignorancia, y necesitan instrucción. Pero la mayoría sabe cosas mejores que las que práctica. Debe comprender cuán importante es que rija su vida por sus conocimientos.—El Ministerio de Curación, 87 (1905). CRA 529.3
760. Se nota gran falta de instrucción respecto a la reforma dietética. A los malos hábitos en el comer y al consumo de manjares malsanos se debe gran parte de la intemperancia, los crímenes y la miseria que azotan al mundo.—El Ministerio de Curación, 105 (1905). CRA 529.4
[Medical Missionary, noviembre-diciembre, 1892] CRA 530.1
761. Si queremos elevar la norma moral en cualquier país a donde seamos llamados a ir, debemos comenzar corrigiendo los hábitos físicos del pueblo. La virtud del carácter depende de la debida acción de las facultades de la mente y del cuerpo.—Counsels on Health, 505.
Muchos serán iluminados
762. El Señor me ha manifestado que muchísimas personas serán rescatadas de la degeneración física, mental y moral por medio de la influencia práctica de la reforma pro salud. Se darán disertaciones sobre salud, y se multiplicarán publicaciones sobre el mismo tema. Los principios de la reforma pro salud serán recibidos con favor; y muchos serán iluminados. Las influencias asociadas con la reforma pro salud la recomendarán al juicio de todos los que quieran la luz; y ellos avanzarán paso tras paso para recibir las verdades especiales para este tiempo. Así la verdad y la justicia se encontrarán... CRA 530.3
El Evangelio y la obra misionero-médica han de avanzar juntos. El Evangelio ha de ser vinculado con los principios de la verdadera reforma pro salud. El cristianismo ha de ser llevado a la vida práctica. Ha de hacerse una obra de reforma ferviente y cabal. La verdadera religión de la Biblia es una superabundancia del amor de Dios por los hombres caídos. El pueblo de Dios ha de avanzar en línea recta para impresionar los corazones de los que están buscando la verdad, de los que desean hacer su parte acertadamente en esta era de intenso fervor. Hemos de presentar los principios de la reforma pro salud ante el pueblo, haciendo todo lo que está de nuestra parte para inducir a los hombres y las mujeres a comprender la necesidad de estos principios y a practicarlos.—Testimonies for the Church 6:378, 379 (1900).
Esfuerzo de avanzada en la enseñanza de los principios de la reforma pro salud
763. Cuando se celebró la feria del estado en Battle Creek [1864], nuestros hermanos llevaron consigo a los terrenos tres o cuatro estufas de cocinar, y demostraron cómo podían prepararse buenas comidas sin el uso de carne. Se nos dijo que habíamos puesto la mejor mesa de la exposición. En toda ocasión en que se realicen grandes reuniones, tenéis el privilegio de idear planes por los cuales podáis proporcionar alimentos sanos a los que asisten, y habéis de hacer que vuestros esfuerzos resulten educativos. CRA 531.1
El Señor nos dio favor ante el pueblo, y tuvimos muchas oportunidades maravillosas para demostrar lo que podía hacerse por medio de los principios de la reforma pro salud para restaurar la salud de los enfermos cuyos casos habían sido declarados sin esperanza...—Manuscrito 27, 1906. CRA 531.2
En los congresos y de casa en casa
Debemos empeñar mayores esfuerzos para enseñar al pueblo las verdades de la reforma pro salud. En todo congreso campestre debe realizarse un esfuerzo para demostrar lo que puede hacerse para proporcionar un régimen alimenticio apetitoso y sano consistente en cereales, frutas, nueces y vegetales. En todos los lugares donde nuevos grupos de personas aceptan la verdad, debe darse instrucción en la ciencia de preparar alimento sano. Deben escogerse obreros que puedan trabajar de casa en casa en una campaña educadora. CRA 531.3
La tienda médica en el campamento
764. A medida que nos acercamos al fin del tiempo, debemos elevarnos cada vez más desde el punto de vista de la reforma pro salud y la temperancia cristiana, presentándolos de una manera más positiva y decidida. Debemos luchar continuamente para educar a la gente, no sólo por nuestras palabras, sino por la práctica. El precepto y el ejemplo combinados tienen una influencia eficaz. CRA 532.1
En ocasión de los congresos campestres debe impartirse instrucción sobre los temas de la salud a la gente. En nuestras reuniones de Australia se daban disertaciones sobre temas de salud todos los días, y se despertó un vivo interés. Había en el campamento una tienda para uso de los médicos y enfermeras, se daba libremente consejos médicos, y muchos venían en procura del mismo. Millares de personas asistieron a las disertaciones, y al final del congreso campestre la gente no se conformó tan sólo con lo que había aprendido. En varias ciudades donde se realizaron congresos campestres, algunos de los ciudadanos más prominentes insistieron en que se estableciera un sanatorio filial, y prometieron su cooperación.—Testimonies for the Church 6:112, 113 (1900).
Por el ejemplo, así como por el precepto
765. Las grandes reuniones de nuestro pueblo proporcionan una excelente oportunidad para ilustrar los principios de la reforma pro salud. Hace algunos años en estas asambleas se decía mucho con respecto a la reforma pro salud y a los beneficios de un régimen vegetariano; pero al mismo tiempo se servía carne en las mesas de la carpa que se usaba como comedor, y se vendían diversos artículos de consumo perjudiciales en la sección donde estaban las provisiones. La fe sin obras es muerta. Y la instrucción sobre la reforma pro salud, negada por la práctica, no hacía la menor impresión. En sucesivos congresos campestres los que estaban a cargo de los mismos han educado por la práctica así como por el precepto. No se proporcionó carne en el comedor, sino frutas, cereales y vegetales, los cuales se proveían en abundancia. Cuando los visitantes hacen preguntas relativas a la ausencia de carne, se explica la razón claramente, es a saber, que la carne no es el alimento más sano.—Testimonies for the Church 6:112 (1900). CRA 532.3
[Venta de caramelos, helados, y otras golosinas en el campamento—529, 530]
En nuestros sanatorios
766. Según la luz que me ha sido dada debe establecerse un sanatorio, y en él debe descartarse la medicación con drogas y emplearse métodos sencillos y racionales de tratamiento para la curación de las enfermedades. En esta institución debía enseñarse a la gente cómo vestir, respirar y comer adecuadamente; en suma, cómo evitar la enfermedad por los debidos hábitos de vida.—Carta 79, 1905. CRA 533.2
[Véase también 458.] CRA 533.3
767. Nuestros sanatorios deben ser el medio de iluminar a los que vienen a ellos para tratarse. Debe mostrarse a los pacientes cómo pueden vivir a base de un régimen de cereales, frutas, nueces, y otros productos de la tierra. Se me ha instruido en el sentido de que deben darse regularmente disertaciones en nuestros sanatorios sobre temas de salud. Ha de enseñarse a la gente a descartar los artículos de consumo que debilitan la salud y la fuerza de los seres por los cuales Cristo dio su vida. Deben mostrarse los efectos perniciosos del té y del café. Ha de enseñarse a los pacientes cómo pueden eliminar de su régimen los artículos que perjudican los órganos digestivos... Muéstrese a los enfermos la necesidad de practicar los principios de la reforma pro salud, si quieren recuperar su salud. Muéstrese a los pacientes cómo pueden mejorar siendo temperantes en el comer y haciendo regularmente ejercicio al aire libre... Por medio de la obra de nuestros sanatorios, debe aliviarse el sufrimiento y restaurarse la salud. Ha de enseñarse a la gente cómo, comiendo y bebiendo cuidadosamente, pueden mantenerse bien... La abstinencia de la carne beneficiará a los que se abstienen. El asunto del régimen es un tema de interés vital... Nuestros sanatorios han sido establecidos con un propósito especial, para enseñar a la gente que no vivimos para comer, sino que comemos para vivir.—Carta 233, 1905.
Enséñese a los pacientes cómo deben cuidarse en casa
768. Mantenga Ud. a los enfermos al aire libre tanto como sea posible, y déles disertaciones animadoras y agradables en la sala, con lecturas sencillas y lecciones bíblicas, fáciles de comprender, que sean de aliento para el alma. Hable de la reforma pro salud, y no se cargue, hermano mío, con tantas diferentes responsabilidades que no pueda enseñar las lecciones sencillas de la reforma pro salud. Los que salgan del sanatorio deben salir tan bien instruidos que puedan enseñar a otros los métodos de tratar a sus familias. Hay peligro en invertir demasiado dinero en maquinarias y artefactos que los enfermos nunca podrán usar en sus lecciones caseras. Más bien debe enseñárseles cómo pueden regular la alimentación, de manera que la maquinaria viviente de todo el ser trabaje en forma armoniosa.—Carta 204, 1906. CRA 534.1
Debe darse instrucción sobre temperancia
769. En nuestras instituciones médicas debe darse clara instrucción sobre temperancia. Debe mostrarse a los pacientes los males de las bebidas intoxicantes, y la bendición de una abstinencia total. Debe pedírseles que descarten las cosas que han arruinado su salud, y éstas deben ser reemplazadas con abundancia de frutas. Pueden obtenerse naranjas, limones, ciruelas, duraznos y muchas otras variedades; pues el mundo del Señor es productivo, si se emplea esfuerzo decidido.—Carta 145, 1904. CRA 535.1770. Los que luchan contra el poder de los apetitos deberían ser instruidos en los principios del sano vivir. Debe mostrárseles que la violación de las leyes que rigen la salud, al crear condiciones enfermizas y apetencias que no son naturales, echa los cimientos del hábito de la bebida. Sólo viviendo en obediencia a los principios de la salud pueden esperar verse libertados de la ardiente sed de estimulantes contrarios a la naturaleza. Mientras confían en la fuerza divina para romper las cadenas de los apetitos, han de cooperar con Dios obedeciendo a sus leyes morales y físicas.—El Ministerio de Curación, 132 (1905).Naturaleza abarcante de la reforma requerida
771. ¿Cuál es la obra especial que somos llamados a realizar en nuestras instituciones de salud? En vez de dar, por precepto y ejemplo, una educación en la complacencia del apetito pervertido, edúquese a la gente a que se aparte de estas cosas. Elevad la norma de la reforma en todo respecto. El apóstol Pablo levanta su voz para decir: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:1, 2. CRA 535.3Nuestras instituciones de salud han sido establecidas para presentar los principios vivos de un régimen limpio, puro y saludable. Debe impartirse conocimiento con respecto a la abnegación y el dominio propio. Jesús, que hizo al hombre y lo redimió, ha de ser mantenido en alto ante todos los que vengan a nuestras instituciones. Línea sobre línea, precepto sobre precepto, debe impartirse conocimiento sobre el método de vida, sobre la paz y la salud, a fin de que los hombres y las mujeres vean la necesidad de la reforma. Deben ser inducidos a renunciar a las costumbres y prácticas degradantes que existieron en Sodoma y en el mundo antediluviano, y que Dios destruyó a causa de su iniquidad. Mateo 24:37-39.... CRA 536.1Todos los que visiten nuestras instituciones de salud han de ser educados. El plan de redención debe ser presentado ante todos, encumbrados y humildes, ricos y pobres. Debe darse instrucción cuidadosamente preparada, en el sentido de que la complacencia por medio de la intemperancia que está de moda en el comer y el beber puede considerarse como la causa de la enfermedad y el sufrimiento y de las malas prácticas que siguen como resultado.—Manuscrito 1, 1888. CRA 536.2[Cómo introducir la reforma en el régimen—426]Hojas del árbol de la vida
772. Se me ha indicado que la obra que debe hacerse en relación con la reforma pro salud no debe demorarse. Por medio de esta obra alcanzaremos almas así en los caminos como en los vallados. Se me mostró muy especialmente que, por medio de nuestros sanatorios, muchas almas recibirán la verdad presente y la practicarán. En esas instituciones, se ha de enseñar a hombres y mujeres a cuidar sus cuerpos y a afirmarse en la fe. Debe enseñárseles lo que significa comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. Cristo dijo: “Las palabras que yo os he hablado, son espíritu, y son vida”. Juan 6:63. CRA 536.4Nuestros sanatorios deben ser escuelas donde se dé enseñanza en los ramos médico-misioneros. Deben dar a las almas heridas por el pecado las hojas del árbol de la vida, las cuales les devolverán la paz, la esperanza y la fe en Jesucristo.—Joyas de los Testimonios 3:367 (1909).Preparación para la oración en procura de sanidad
773. Trabajo perdido es enseñar a la gente a considerar a Dios como sanador de sus enfermedades, si no se le enseña también a desechar las prácticas malsanas. Para recibir las bendiciones de Dios en respuesta a la oración, se debe dejar de hacer el mal y aprender a hacer el bien. Las condiciones en que se vive deben ser saludables, y los hábitos de vida correctos. Se debe vivir en armonía con la ley natural y espiritual de Dios.—El Ministerio de Curación, 173, 174 (1905). CRA 537.2La responsabilidad del médico de iluminar a sus pacientes
774. Las instituciones de salud en favor de los enfermos serán los mejores lugares para educar a los que sufren a vivir de acuerdo con las leyes de la naturaleza, y a cesar en sus prácticas destructoras de la salud en materia de hábitos erróneos en el régimen y en el vestido, que están de acuerdo con los hábitos y las costumbres del mundo, hábitos y costumbres que no están en sentido alguno de acuerdo con las disposiciones de Dios. Esas instituciones están haciendo una buena obra para iluminar nuestro mundo. CRA 537.3Existe ahora una necesidad positiva de que aun los médicos, reformadores en la línea del tratamiento de la enfermedad, pongan mayor esfuerzo para llevar hacia adelante y hacia arriba la obra en favor de sí mismos, y que instruyan con todo interés a los que acudan a ellos en procura de su habilidad médica para cerciorarse de la causa de sus enfermedades. Deben llamar la atención de esas personas de manera especial a las leyes que Dios ha establecido, que no pueden ser violadas impunemente. Ellos se espacian mucho en el proceso de la enfermedad, pero por regla general no despiertan la atención a las leyes que deben ser sagrada e inteligentemente obedecidas para prevenir la enfermedad. Especialmente si el médico no ha sido correcto en sus prácticas dietéticas, si no ha restringido su apetito a un menú sencillo y sano, descartando en gran medida el uso de la carne de animales muertos—si le gusta la carne—ha educado y cultivado un gusto por el alimento malsano. Como sus ideas son estrechas, él educará y disciplinará con mucha facilidad el gusto y el apetito de sus pacientes para que amen las cosas que él ama, en lugar de darles los sanos principios de la reforma pro salud. Prescribirá para los pacientes carne, cuando es el peor régimen que puedan tener; estimula, pero no da fuerza. Ellos no investigan los hábitos anteriores de comer y beber de éstos, ni toman nota especial de los hábitos erróneos que por muchos años han estado echando el fundamento de la enfermedad. CRA 538.1Deben prepararse médicos concienzudos para iluminar a los ignorantes, y éstos deben hacer sus prescripciones con sabiduría, prohibiendo las cosas que en el régimen alimenticio de sus pacientes saben que son erróneas. Deben denunciar con sencillez las cosas que consideran perjudiciales para las leyes de la salud, y dejar a estas personas que sufren para que actúen a conciencia a fin de hacer en favor de sí msimas las cosas que pueden hacer, y así colocarlas en la debida relación con las leyes de la vida y la salud.—Manuscrito 22, 1887. CRA 538.2[Deber de los médicos y ayudantes de educar su propio gusto—720] CRA 539.1[La responsabilidad del médico de educar por la pluma y la palabra acerca de la forma de cocinar saludable—382] CRA 539.2[Los pacientes del Instituto de Salud deben ser enseñados a dejar la carne—720]Un solemne encargo
775. Cuando un médico ve que un paciente está sufriendo de una enfermedad causada por la manera indebida de comer y beber, y sin embargo deja de decírselo, y de señalarle la necesidad de una reforma, está causando un perjuicio a un semejante. Los ebrios, los maníacos, los que son dados a la licencia, todos recurren al médico para que éste declare con claridad y en forma precisa que el sufrimiento es el resultado del pecado. Nosotros hemos recibido gran luz sobre la reforma pro salud. ¿Por qué, entonces, no somos más decididos y fervientes en luchar para contrarrestar las causas que producen la enfermedad? Viendo el conflicto constante con el dolor, trabajando continuamente para aliviar el sufrimiento, ¿cómo pueden nuestros médicos guardar silencio? ¿Pueden ellos abstenerse de elevar la voz de advertencia? ¿Son realmente benévolos y misericordiosos si no enseñan la temperancia estricta como un remedio para la enfermedad?—Testimonies for the Church 7:74, 75 (1902).Los reformadores del régimen necesitan valor moral
776. Puede hacerse muchísimo bien instruyendo a todos aquellos a quienes tenemos acceso con respecto a los mejores medios, no sólo de curar al enfermo, sino de prevenir la enfermedad y el sufrimiento. El médico que trata de iluminar a sus pacientes en cuanto a la naturaleza y las causas de sus enfermedades, y trata de enseñarles cómo evitar la enfermedad, puede tener una obra difícil, pero si él es un reformador concienzudo, hablará con sencillez de los efectos ruinosos de la complacencia propia en el comer, beber, y vestir, y del abuso de las fuerzas vitales que ha llevado a sus pacientes a donde están. No aumentará el mal de sus enfermos administrándoles drogas hasta que la naturaleza exhausta abandone la lucha, sino que les enseñará cómo formar hábitos correctos, y cómo ayudar a la naturaleza en su tarea de restauración por medio de un uso sabio de sus propios remedios sencillos. CRA 539.5En todas nuestras instituciones de salud, la instrucción con respecto a las leyes de la salud debe convertirse en un rasgo distintivo de la obra. Los principios de la reforma pro salud deben presentarse cuidadosa y cabalmente delante de todos, tanto pacientes como ayudantes. Esta obra requiere valor moral, pues aun cuando muchos resultarán beneficiados por tales esfuerzos, otros se ofenderán. Pero el verdadero discípulo de Cristo, aquel cuya mente está en armonía con la mente de Dios, mientras está aprendiendo de continuo, también estará enseñando, guiando las mentes de los demás hacia arriba, y alejándolas de los errores prevalecientes del mundo. [C.T.B.H.]—Counsels on Health, 451, 452 (1890).Cooperación entre los sanatorios y los colegios
777. Se ha dado instrucción clara según la cual nuestras instituciones educacionales deben estar relacionadas con nuestros sanatorios dondequiera que esto sea posible. La obra de ambas instituciones ha de combinarse. Estoy agradecida de que tenemos un colegio en Loma Linda. El talento educacional de médicos competentes es una necesidad para las escuelas donde han de prepararse para el servicio evangelistas médico-misioneros. Ha de enseñarse a los alumnos en el colegio a ser estrictos reformadores en materia de salud. La instrucción dada con respecto a la enfermedad y sus causas, y a cómo prevenir la enfermedad, y la preparación dada en materia de tratamiento de los enfermos, resultará una educación muy valiosa, un tipo de educación que debieran tener los alumnos de todos nuestros colegios. CRA 540.2La combinación de la obra de todos nuestros colegios y de nuestros sanatorios resultará una ventaja de muchas maneras. Por medio de la instrucción dada por el sanatorio, los alumnos aprenderán cómo evitar la formación de hábitos intemperantes y descuidados en el comer.—Carta 82, 1908.En la obra evangelística y en las misiones de las ciudades
778. Como pueblo se nos ha confiado la obra de dar a conocer los principios de la reforma pro salud. Hay algunos que piensan que la cuestión del régimen no es de suficiente importancia para ser incluida en nuestra obra evangelística. Pero los tales cometen un gran error. La Palabra de Dios declara: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. 1 Corintios 10:31. El asunto de la temperancia con todas sus implicaciones tiene un importante lugar en la obra de la salvación. CRA 541.2En relación con nuestras misiones que funcionan en las ciudades debe haber salas adecuadas donde las personas en quienes se ha despertado interés puedan ser reunidas para impartirles instrucción. Esta obra necesaria no ha de realizarse de una manera tan pobre que se haga una impresión desfavorable sobre la mente de la gente. Todo lo que se haga debe dar un testimonio favorable con respecto al Autor de la verdad, y debe representar debidamente el carácter sagrado y la importancia de las verdades del mensaje del tercer ángel.—Testimonies for the Church 9:112 (1909). CRA 541.3779. En todas nuestras misiones, algunas mujeres con capacidad deben estar a cargo de los preparativos domésticos: mujeres que sepan cómo preparar alimentos de manera atractiva y saludable. La mesa debe tener una abundante provisión de alimentos de la mejor calidad. Si alguien tiene un gusto pervertido que reclama té, café, condimentos y platos malsanos, instrúyaselo. Trátese de despertar su conciencia. Trátese de presentarle los principios de la Biblia sobre el asunto de la higiene.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 117; Counsels on Health, 449, 450 (1890).Enseñen los ministros los principios de la reforma
780. Debemos instruirnos a nosotros mismos, no solamente a vivir en armonía con las leyes de la salud, sino también a enseñar a otros los mejores métodos. Muchas personas, aun entre los que profesan creer las verdades especiales para este tiempo, son lamentablemente ignorantes con respecto a la salud y la temperancia. Necesitan ser educadas, línea sobre línea, precepto sobre precepto. Debe mantenerse vivo este tema delante de ellas. No debe pasarse sobre este asunto como sobre algo que no es esencial; porque la atención de casi cada familia necesita ser atraída sobre esta cuestión. La conciencia debe ser alertada al deber de practicar los principios de la verdadera reforma. Dios pide que su pueblo sea temperante en todas las cosas. A menos que sus hijos practiquen la verdadera temperancia, ellos no serán y no podrán ser susceptibles a la influencia santificadora de la verdad. CRA 542.2Nuestros ministros deben familiarizarse con esta cuestión. No deben ignorarla, ni tampoco debe ser puesta a un lado por quienes se llaman extremistas. Descubran ellos qué es lo que constituye la verdadera reforma pro salud, enséñense sus principios, tanto por precepto como por un ejemplo silencioso y consecuente. En nuestras grandes reuniones, debe darse instrucción sobre la salud y la temperancia. Trátese de despertar el intelecto y la conciencia. Pónganse en acción todos los talentos, y continúese la obra con publicaciones sobre el tema. “Educad, educad, educad”, es el mensaje que ha sido grabado en mi mente.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 117; Counsels on Health, 449 (1890). CRA 542.3781. A medida que nos acercamos al tiempo del fin, debemos elevarnos cada vez más alto en el asunto de la reforma pro salud y la temperancia cristiana, presentándolas de una manera más positiva y decidida. Debemos esforzarnos constantemente por educar al pueblo, no sólo por medio de nuestras palabras, sino por nuestras prácticas. El precepto y la práctica combinados tienen una influencia eficaz.—Testimonies for the Church 6:112 (1900).Un llamado a los pastores, a los presidentes de asociación y a otros dirigentes
782. Nuestros ministros deben llegar a conocer los principios de la reforma pro salud. Necesitan llegar a familiarizarse con la fisiología y la higiene; deberían entender las leyes que gobiernan la vida física y su influencia sobre la salud de la mente y del alma. CRA 543.2Miles y miles de personas saben poco acerca del cuerpo maravilloso que Dios les ha dado o acerca del cuidado que debe recibir; y ellos consideran de mayor importancia estudiar materias de mucho menor consecuencia. Los pastores tienen una obra que hacer aquí. Cuando ellos asuman una posición correcta sobre este asunto, mucho se podrá ganar. En su propia vida y en sus hogares deben obedecer las leyes de la vida, practicar los rectos principios y vivir en forma saludable. Entonces podrán hablar correctamente sobre este asunto, conduciendo a la gente constantemente a nuevas alturas en la obra de reforma. Viviendo en la luz ellos mismos, pueden dar un mensaje de gran valor a los que necesiten precisamente ese testimonio. CRA 543.3Existen preciosas bendiciones y una rica experiencia que pueden obtenerse si los ministros combinan la presentación del tema de la salud con todas sus labores en las iglesias. El pueblo debe tener la luz sobre la reforma pro salud. Esta obra ha sido descuidada, y muchos están por morir porque necesitan la luz que deberían tener y que necesitan tener antes de poder abandonar la complacencia egoísta. CRA 544.1Los presidentes de nuestras asociaciones necesitan darse cuenta de que ya es tiempo para asumir la debida actitud en esta materia. Los pastores y los maestros han de dar a los demás la luz que ellos han recibido. Se necesita su obra en relación con cada uno de los aspectos. Dios los ayudará; Dios fortalecerá a sus siervos que toman una firme posición, y que no serán desviados de la verdad y de la justicia para acomodarse a la complacencia propia. CRA 544.2La tarea de educar en el ramo misionero-médico es un paso de avance de gran importancia en la obra de despertar al hombre a sus responsabilidades morales. Si los pastores hubieran recurrido a esta labor en sus diversos departamentos de acuerdo con la luz que Dios ha dado, habría habido una reforma más decidida en el comer, el beber y el vestir. Pero algunos han obstaculizado directamente el camino del progreso de la reforma pro salud. Ellos han detenido a la gente por sus observaciones de indiferencia y condenación, y por sus bromas y chistes. Ellos mismos y una gran cantidad de otras personas han estado sufriendo hasta la muerte, pero no todos han aprendido todavía a ser sabios. CRA 544.3Ha sido sólo en base a la lucha más agresiva como se ha hecho algún progreso. El pueblo no estaba dispuesto a negarse a sí mismo, no estaba dispuesto a someter la mente a la voluntad de Dios; y en sus propios sufrimientos, y en su influencia sobre otros, estas personas se han dado cuenta de los seguros resultados de una conducta semejante. CRA 544.4La iglesia está haciendo historia. Cada día es una batalla y una marcha. Por todos lados estamos acosados por enemigos invisibles. O vencemos por medio de la gracia que Dios nos da o somos vencidos. Insto a aquellos que están adoptando una posición neutral con respecto a la reforma pro salud a que se conviertan. Esta luz es preciosa, y el Señor me da el mensaje para instar a todos los que llevan responsabilidades en algún ramo de la obra de Dios a prestar oídos al hecho de que la verdad debe tener la primacía en el corazón y en la vida. Solamente así puede alguien hacer frente a las tentaciones que con toda seguridad ellos encontrarán en el mundo.—Testimonies for the Church 6:376-378 (1900). CRA 545.1El no practicar la reforma pro salud descalifica para el ministerio
¿Por qué es que algunos de nuestros hermanos que ministran manifiestan tan poco interés en la reforma pro salud? Es porque la instrucción sobre la temperancia en todas las cosas se opone a su práctica de complacerse a sí mismos. En algunos lugares ésta ha sido la gran piedra de tropiezo en la tarea de hacer que el pueblo investigue, practique y enseñe la reforma pro salud. Ningún hombre debe ser consagrado como maestro del pueblo mientras su propia enseñanza o ejemplo contradiga el testimonio que Dios ha dado a sus siervos para que presenten con respecto al régimen, porque esto traerá confusión. Su falta de consideración por la reforma pro salud los descalifica para presentarse como mensajeros del Señor. CRA 545.2La luz que el Señor ha dado sobre este terna en su Palabra es clara, y los hombres serán probados de muchas maneras para ver si le prestarán oído. Cada iglesia, cada familia, necesita ser instruida con respecto a la temperancia cristiana. Todos deben saber cómo comer y beber como para preservar la salud. Estamos en medio de las escenas finales de la historia de este mundo; y debe haber acción armoniosa en las filas de los observadores del sábado. Los que se apartan de la gran obra de instruir al pueblo sobre este asunto, no están siguiendo en los pasos del gran Médico. “Si alguno quiere venir en pos de mí—dijo Cristo—, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24. CRA 545.3
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