Morderse las uñas es una actividad aparentemente inofensiva para nuestro estado de salud, pero puede que esto no sea del todo así. Para que conozcas un poco más sobre los riesgos que supone esta acción, aquí te hablaremos sobre los problemas que se desarrollan por morderse las uñas.
Cambios en la morfología de la uña
Según un artículo del portal Infosalus, morderse las uñas de manera seguida repercute en su morfología, causando uñas disparejas entre sí al haber unas más finas que otras, uñas más grandes, uñas de forma irregular, etcétera.
Esto suele pasar desapercibido si no estás al tanto de tus uñas, o si ellas te son indiferentes por uno u otro motivo.
Alteraciones en la coloración
Es posible causar alteraciones en la coloración de las uñas a razón de los traumatismos por repetición que ocurren en la zona próxima de la uña. Esta alteración se manifiesta con zonas de pigmentación oscura, e incluso con hemorragias.
Inflamación de la piel de la uña
Naturalmente, morderse las uñas de manera seguida tiene un impacto en la piel que circunda la uña, que tiende a inflamarse a razón de los traumatismos. En concreto, esta piel se vuelve roja y edemosa, o hinchada.
Osteomielitis
Aunque menos frecuente, morderse las uñas puede causar la aparición de osteomielitis en la falange distal del dedo.
La osteomielitis es una infección de los huesos que provocar la muerte de algunas de las zonas del hueso, que solo pueden removerse con cirugía.
En conclusión, morderse las uñas con mucha frecuencia puede ser perjudicial para tu uña y tus manos en general, por lo que es una actividad que deberías evadir siempre que puedas de manera de no perjudicarte a ti mismo.
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