Medidas preventivas para cuidar la piel del sol

Al estar más tiempo al aire libre, se expone más la piel a la radiación de los rayos ultravioletas

A todos nos gusta el verano, especialmente porque los días son más largos y tenemos más tiempo para disfrutar de actividades al aire libre como ir a la playa, a la piscina, al parque o hacer algún deporte, entre otras actividades.

Al estar más tiempo al aire libre, exponemos más nuestra piel a la radiación de los rayos ultravioletas del sol.

“La exposición moderada al sol, favorece la formación de la vitamina D en nuestro organismo, combate los problemas de falta de calcio en los huesos y los dientes, fortalece nuestro sistema inmunológico y en general mejora el aspecto de la piel, el cuerpo y la mente”, expone la doctora Luz Figueroa, directora del departamento de Dermatología del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Sin embargo, señala, las radiaciones del sol también pueden ser perjudiciales para el organismo, y cada vez son más los casos de cáncer de piel o melanomas que se habrían podido evitar tomando las precauciones mínimas necesarias.

“Por eso, lo más importante a la hora de exponernos al sol, es la prevención. Hay que utilizar protector solar para evitar el daño a la piel, entre otras medidas”, recomienda.

Filtros y bloqueadores

Una de las compras más difíciles que se nos hace, es cuando vamos a comprar un protector solar. Hay tantas marcas y es tanta la información que traen las etiquetas que resulta confusa.

La doctora Figueroa explica que hay filtro solar (sunscreen) y bloqueador solar (sunblock). “La selección entre un producto o el otro, es una cosa personal”, sostiene.

Según la dermatóloga, la diferencia entre el filtro solar y el bloqueador solar es que el filtro solar absorbe los rayos ultravioletas y reduce la cantidad de rayos que llegan a la piel.

“Todo depende de los ingredientes, unos filtros varían de acuerdo a su espectro de absorción. Unos protegen contra la luz ultravioleta tipo B y parte de la A”, indica.

El bloqueador solar tiene unas sustancias que bloquean la penetración de los rayos ultravioletas a la piel, no absorbe.

Tanto para el 'sunscreen' como el 'sunblock', en el 2013 la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA en inglés), estableció unas regulaciones nuevas sobre la información en los envases de estos protectores solares.

“La FDA exige que se provea la información si el producto protege contra el cáncer que produce el sol. Además, debe indicar si es resistente al agua”, menciona Figueroa. 

Lo otro que hay que buscar en los envases, destaca la experta, es el número del Factor de Protección o “Sun Protection Factor” (SPF). “Este debe ser de 30 SPF o más”.

El SPF es un número, que se refiere al grado de protección que el producto confiere contra la radiación UV. SPF 30 indica que al aplicarlo en abundancia en la piel, la persona demorará 30 veces más en quemarse en comparación con una persona que no se aplicó ningún protector.

“Las personas que tienen ciertas condiciones como lupus o el melasma, que es una afección que consiste en la aparición de manchas marrones o grisáceas en la piel, deben utilizar el protector solar todo el tiempo”, recalca la dermatóloga.

Igualmente, las personas de tez clara deberían utilizarlo la mayoría del tiempo, ya que todos los días vas acumulando daños a la piel. “Las personas blancas que pretenden ponerse bronceadas, nunca lo van a lograr. Lo que van es a quemar la piel”, añade.

Cuidado de la piel

Asegura la doctora Figueroa que, en todo caso, el mejor sunscreen o sunblock, es el que se utiliza y no el que está guardado en la bolsa de playa.

Plantea que si vas a salir a la playa o practicar algún deporte al aire libre, debes aplicar el filtro solar a toda la piel unos 15 minutos antes de salir de tu casa. Es lo que se tarda la piel en absorberlo para que haga efecto. Ya en la playa o en el parque, debes re reaplicarlo cada dos horas, al igual que el bloqueador solar.

“Hay que aplicarlo generosamente en toda la piel que no está cubierta por ropa. También es importante protegerse los labios con un lápiz o barra labial que contenga SPF”, aclara Figueroa.

“Aunque tengas filtro o bloqueador solar puesto, debes evitar exponerte al sol directo, especialmente entre las 10:00 a.m. y las 3:00 p.m., que es cuando el sol está en su pico más alto”, recomienda.

También, dice, debes protegerte utilizando un sombrero de ala ancha y gafas que bloqueen rayos UVA y UVB. “Si eres de las personas que quieres protegerte aún más, pues vas a estar mucho rato expuesto al sol, puedes usar una camisa de manga larga que ya viene con filtro solar y puedes buscar un poco de sombra”.

Además, hay que tener cuidado con la arena y con el agua, pues pueden reflejar la luz ultravioleta y aumenta los rayos ultrasolares.

Radiación ultravioleta (UV). La luz UV es un tipo de radiación que no vemos, que tiene la capacidad de penetrar nuestra piel y ocasionar cambios que podrían promover el desarrollo de células cancerosas.

Cuando la exposición al sol ha sido excesiva, la piel se irrita, pierde elasticidad y en ocasiones, las células mueren, creando una capa de células muertas que luego se pela.

La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es el factor de riesgo principal para la mayoría de los cánceres de piel y el fotoenvejecimiento. La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. También las lámparas y camas bronceadoras son fuentes de radiación ultravioleta.

Hay varios tipos de rayos ultaravioletas: el tipo B (UV-B), el tipo A (UV-A) y el tipo C (UV-C).

“El tipo B causa cáncer y fotoenvejecimiento más rápido que el tipo A, aunque se sabe que el A también es carcinogénico”, explica Figueroa.

La dermatóloga advierte que cuando uno toma sol un día nublado, la luz ultravioleta tipo B traspasa las nubes y quema. “Te puedes quemar más fácilmente porque no sientes calor y te quedas más tiempo exponiéndote a esos rayos ultravioletas”.

El cáncer de la piel más común es el carcinoma basocelular que, aunque no es causa frecuente de muerte, causa cicatrices, ya que muchas veces se necesita hacer cirugía para extraer el área de piel con cáncer y esto deja marcas.

Mientras que el carcinoma espinocelular es un poco más agresivo. Se origina por lesiones crónicas de la piel, sobre todo en personas de edad avanzada, piel clara y que se exponen en exceso a la luz solar.

El melanoma es el más peligroso porque si no se diagnostica a tiempo, puede llevar a la muerte.  En Puerto Rico, estos tres tipos de cáncer han aumentado significativamente en los últimos dos años, dice la doctora Figueroa.

En el 2007 se realizó un estudio de melanoma en el RCM en el que se comparó un intervalo de tiempo de 1987 al 2002, con años anteriores. El resultado fue que en ese periodo hubo un aumento de un 50% en la incidencia de cáncer de melanoma, comparado con los años anteriores.  El Registro de Cáncer reportó que en la Isla, durante el 2000 al 2004, los lugares en el cuerpo más comunes donde aparece el melanoma fueron en las extremidades inferiores, en la cabeza y cuello, el torso, y por último, las extremidades superiores.

Autoexamen de la piel. La doctora Figueroa recomienda que todo el mundo debe hacerse un autoexamen de la piel una vez al mes para ver si hay o detecta algún cambio.

“Tienes que estar pendiente a ver si hay un lunar que antes no estaba o un cambio en la apariencia de un lunar que ya tenías, o una mancha en la piel que está creciendo.  En tal caso, de ser afirmativo, debes visitar a tu médico o a un dermatólogo para realizar una evaluación apropiada”, aconseja.

Recuerda

Hay filtro solar (sunscreen) y bloqueador solar (sunblock)

El filtro absorbe los rayos, el otro los bloquea.

El filtro solar te lo debes aplicar en tu casa 15 minutos antes de exponerte al sol, para que la piel lo absorba.

Cuando compres un filtro o un bloqueador solar este debe ser de 30 SPF o más.

Consecuencias

Cáncer de la piel - Es el daño más temido causado por los rayos ultravioletas del sol. El más común es el carcinoma basocelular que, aunque no es causa frecuente de muerte, sí causa cicatrices, ya que muchas veces se necesita hacer cirugía para extraer el área de piel con cáncer y esto  deja marcas.

Carcinoma espinocelular - Es un poco más agresivo que el basocelular. Se origina por lesiones crónicas de la piel, sobre todo en personas de edad avanzada, piel clara y que se exponen en exceso a la luz solar.

Melanoma - Es el más peligroso porque, si no se diagnostica a tiempo, puede llevar a la muerte.

Fotoenvejecimiento - Es lo más común. Se manifiesta con arrugas y manchas marrón enla piel y lesiones precancerosas.

Los ojos - La exposición excesiva a la radiación solar puede originar efectos negativos en ojos. Se ha relacionado a cataratas.  De ahí la importancia de utilizar gafas para proteger los ojos.

Fuente: Dra. Luz Figueroa, directora del Departamento de Dermatología del Recinto de Ciencias Médicas