Todos, en algún momento de la vida, nos hemos autosaboteado; esto puede deberse a diversas causas, como podrían ser que aún no tenemos claro lo que realmente queremos o porque ciertamente nos da miedo querer lo que queremos, etc. Muchas veces buscamos el éxito, nos empeñamos y trabajamos duro por él, pero a la primera de cambios, nosotros mismos hacemos algo para sabotearnos, para imponernos barreras y obstáculos. Es muy importante que detectemos este tipo de situaciones, pues en verdad nos podemos convertir en nuestro peor enemigo.
Hoy te dejo algunas pautas para que sepas detectar y ser consiente de tu autosabotaje; ponle un freno a esto y consigue lo que tanto anhelas:
Ser perfeccionista: es una forma de autosabotaje, ya que te impide actuar hasta que todo sea lo suficientemente perfecto, y como esto no va a suceder, siempre encontrarás un pretexto o algo que te bloqueará en la búsqueda y consecución de tus metas. Debes tener claro que la perfección es difícil de lograr y, además, esta dependerá de la exigencia y el punto de vista de cada persona. Lo mejor es que actúes, ponte en marcha e irás mejorando en el camino.
Ser demasiado competitivo: la competencia es sana, de hecho, es importante como una manera de aportar fuerza en el trabajo e inyectar de energía al equipo y a su entorno. Sin embargo, cuando esta competencia se torna desagradable y notas que los éxitos o logros de tus compañeros te comienzan a hacer daño y a producirte celos, al grado de conseguir tu distracción y pérdida de foco, debes parar y aclarar tu mente, regresar a tus objetivos y no perderte, de lo contrario, lo único que conseguirás será autosabotearte, distraerte y alejarte de tu éxito.
Evitar los eventos sociales del trabajo: quizá seas de las personas -comúnmente llamadas “cortadas”- que trata de evitar el evento que se organiza después de las horas de trabajo, y seguramente lo haces porque, y es muy comprensible, no es fácil desvelarte y estar fresco para el día siguiente. Pero debes tomar en cuenta que es justo en esos momentos donde el jefe se puede soltar un poco el pelo, lo que da la ocasión de que te conozca más, de que te tenga presente, de que salgas en la foto; nunca sabes cuándo se pueda dar la oportunidad de una promoción. Ahora, no tienes que quedarte hasta ser el último que sale del evento, simplemente haz acto de presencia. Trata de participar en estos eventos, después de algunos notarás la diferencia sobre la percepción que la gente tiene de ti.
No estar abierto a la crítica: no te preocupes, en general, a nadie le gusta ser criticado, pero es inevitable, se tiene que aprender a lidiar con eso, es una parte integral del crecimiento, tanto personal como profesional. Aprender a escuchar la retroalimentación de la gente que está a tu alrededor te ayuda a crecer. Es importante que seas objetivo y no lo tomes de una manera personal, escucha y elige realmente lo que te sirve, no te cierres.
No acabar lo que empiezas: podemos poner ejemplos que van desde una lectura, una pintura o un curso, hasta un posible ascenso en el trabajo. ¿Te has preguntado por qué caemos en este comportamiento?, bueno, mucho tiene que ver con el miedo, y este puede ser tanto al éxito como al fracaso. Debes detectar qué es lo que sucede y superarlo. Nada mejor que la sensación de la realización personal, de cruzar la meta; con una vez que lo logres no lo volverás a soltar.
Ser inseguro: uno de los peores autosabotajes es sentirse inseguro, como si fueras un fraude o un tonto que no puede con las labores que te fueron encomendadas. Quizá en el pasado tuviste una mala experiencia, pero debes dejarlo a un lado. Pregunta todo lo que tengas que preguntar, solicita retroalimentación a superiores y a compañeros. Aprende a sentirte seguro, si fuiste contratado fue porque contabas con la capacidad de realizar tus labores, no dudes, cree en ti.
Como puedes ver, el autosabotaje es aquel estado indeseable en el que nuestra mente se empeña en evitar que logremos alcanzar nuestros sueños. Aquí solo te enumeré algunas actitudes que pueden estarte autosaboteando, pero la lista podría ser infinita.
Para mejorar estos comportamientos compréndete y acéptate a ti mismo; todos cometemos errores, pero es posible cambiar en cualquier momento, solo es cuestión de que te lo propongas.
- Reconoce que solo tú eres el responsable de tu vida, nadie más.
- Cuando tomas una decisión que te daña, te saboteas. Identifica el origen de este comportamiento y analiza las posibles soluciones.
- Cada instante en el que te encuentres hablando mal de ti mismo, detéctalo y detente. Piensa qué sucede y corrige a tiempo.
- Descubre en qué momento te está traicionando tu subconsciente, comienza a reemplazar lo negativo por pensamientos positivos.
- Siempre mantén claros tus objetivos y persigue lo que tanto ansías.
No dejes que el tiempo pase, cuando menos lo sientas, será demasiado tarde. Toma las riendas de tu vida; comienza por estudiarte y conocerte al derecho y al revés, así será más fácil no caer en autosabotajes.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!
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