La dieta vegana de Okinawa y los 8 secretos de su gente para vivir mas 100 años
La isla de Okinawa ofrece una dieta vegana de una calidad excepcional, y según varios expertos, es incluso mejor que la Mediterránea. Os contamos cuáles son sus secretos.
La dieta vegana de la isla de Okinawa ha atraído la atención de expertos después de haber descubierto que sus habitantes viven de media mucho más tiempo que el resto de los japoneses. Inmediatamente, se pensó que la comida tenía que ser un factor decisivo en esta longevidad. Lo que descubrieron al estudiar los productos de la isla fue muy interesante, tanto que la dieta de Okinawa podría ser la nueva dieta mediterránea.
Cocinar al estilo Okinawa
En concreto, son dos los productos que más han llamado la atención de los científicos: goya o melón amargo, que es una especie de pepino astringente recubierto como de «bultitos», y el beni imo, una patata morada, más rica y dulce de la que se conoce aquí en Europa. Uno de los platos nacionales es el goya chanpuru, un plato a base de este peculiar melón salteado, con tofu.
También hay una versión hervida de este fruto, que además se vende en los supermercados de la isla. Pero todavía los científicos no han terminado de conocer a fondo estos platos: están interesados en estudiar tanto las recetas cocinadas por los ancianos de Okinawa, como en entrevistar a los restauradores de la isla. Nuestra dieta mediterránea puede haber encontrado un digno rival.
Otra obra maestra de esta dieta vegana es el almuerzo, que por lo general consiste en un lunch-box que contiene un promedio de seis porciones de distintos platos. Combinaciones de tofu y algas, frutas y verduras cultivadas exclusivamente en el lugar, una lechuga coreana llamada nigana, y bambú cocido muy finito para que quede tierno. Tampoco faltan las especias, que también son cultivadas y cosechadas en abundancia en la isla.
El último secreto de los habitantes de Okinawa es el enfoque que se le da a las comidas, una actitud cultural por así decirlo, que básicamente los impulsa a no saciarse nunca del todo. Comer hasta el 80% es una especie de codigo en la isla, y es probablemente una de las razones por las cuales los ancianos son tan activos. En resumen, vale la pena intentarlo, ¿no estáis de acuerdo?
9 secretos de los centenarios de Okinawa
A menudo se afirma que la tecnología y los avances médicos son los responsables del aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, las poblaciones más longevas no se encuentran en torno a los hospitales más sofisticados, sino en lugares recónditos como Okinawa que han mantenido costumbres ancestrales.
1. Adopta un ikigai.
Un ikigai es un propósito en la vida, un objetivo que da sentido a la existencia. Los ancianos de Okinawa pueden explicar la razón por la que se levantan cada mañana. Les proporciona sentimiento de responsabilidad y de ser necesarios para la comunidad hasta con más de 100 años. Los occidentales que estudian la longevidad de estos japoneses se concentran en la alimentación y otros aspectos materiales, sin embargo, pueden ser muy influyentes los factores espirituales, como señala acertadamente Dan Buetner. Okinawa tiene una larga tradición budista y pacifista y fue un reino independiente y desarmado hasta el siglo XVII.
2. Sigue una dieta basada en los vegetales.
Los habitantes de Okinawa que siguen la dieta tradicional apenas la mayoria son veganos y los que no lo son comen carne como el pescado o los huevos criados en la isla y sin pesticidas y hormonas. Por tanto la dieta de la mayoria está basada en los alimentos vegetales, con especial abundancia de frutas y hortalizas. Comen menos arroz que el resto de los japoneses. Les gustan las coles y otras verduras salteadas, los boniatos, el tofu y las especias como la cúrcuma. A Dan Buetner le llama la atención la presencia en los menús de goya, un melón amargo muy rico en antioxidantes y capacidad para reducir la tasa de glucosa en la sangre.
3. Come más soja.
La dieta de Okinawa es especialmente rica en alimentos derivados de la soja como el tofu o la sopa de miso. Los compuestos peculiares de la soja previenen los trastornos cardiovasculares y varios tipos de cáncer. Los alimentos de soja fermentada (tempeh, salsas…) favorecen la salud de la flora intestinal, un factor que cada vez se considera más importante para el mantenimiento de la salud.
4. Cuida un huerto.
Practicamente todos los centenarios de Okinawa cuidan actualmente o han cuidado un huerto que les proporciona hortalizas frescas, les mantiene activos físicamente y les relaja.
5. Planta un jardín medicinal.
En los huertos no faltan plantas medicinales como la artemisa, el jengibre y la cúrcuma. Las tres plantas poseen propiedades y reconocida eficacia como antioxidantes, antiinflamatorias y fortalecedoras de las defensas. Los ancianos las consumen diariamente.
6. Forma parte de un moai.
Los habitantes de Okinawa forman grupos de amigos que se reúnen y prestan ayuda mutua. Son auténticos grupos de apoyo emocional que ofrecen todo tipo de ayuda, incluyendo la de tipo económico. Contribuyen a sentirse aceptados, útiles y seguros frente a las adversidades. Nunca se sienten solos.
7. Disfruta del sol.
El clima de Okinawa es soleado y sus habitantes lo disfrutan. Pasando tiempo al aire libre sintetizan vitamina D que fortalece los huesos y la salud en general.
8. Permanece activo.
Los viejos de Okinawa son caminadores y jardineros. Dentro de las casas tienen poco mobiliario, toman la comida o se sientan para relajarse sobre tatamis en el suelo. Las personas mayores se sientan y se levantan del suelo docenas de veces al día, lo que contribuye a su flexibilidad y fortaleza física.
9. Mantén la serenidad.
Los habitantes de Okinawa tienen un carácter peculiar. Se mantienen enteros ante las penurias, siempre amables y sonrientes, disfrutan de los placeres sencillos. Los ancianos son especialmente simpáticos y su compañía agrada a los más jóvenes que permanecen a su lado.
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