La Universidad de Harvard prueba los beneficios del aceite de oliva
El doctor Miguel Ángel Martínez-González y la doctora Marta Guasch-Ferré, miembros de la Universidad de Harvard, explican a Alimente los detalles de la mayor investigación sobre las propiedades cardioprotectoras del AOVE
Una de las principales investigaciones científicas que se han llevado a cabo en nuestro país fue el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea). El gran logro de este trabajo científico fue confirmar y poner ciencia en algo que muchos de nosotros ya sospechábamos: que el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es beneficioso para nuestra salud. El trabajo fue elaborado por algunas de las instituciones más importantes de España, desde la Universidad de Navarra hasta el CIBERobn, pasando por el Hospital Universitari Sant Joan, la Universidad de Valencia o la de Barcelona.
Su repercusión fue mayúscula. Determinó que el consumo habitual de AOVE (en el conjunto de la dieta mediterránea) reducía el riesgo de padecer un evento cardiovascular en un 30%. Debemos tener en cuenta que, al contrario de lo que es común en multitud de estudios hechos a lo largo y ancho del globo, este trabajo científico contaba con un grupo de estudio gigantesco: 7.447 hombres y mujeres con un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. La presencia, además, de un grupo de control y la vigilancia del consumo y la suplementación de aceite de oliva convirtieron este estudio en una referencia a nivel mundial.
Qué es el AOVE y por qué es bueno
El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es el producto líquido que se obtiene de la primera prensa de las olivas maduras. Las grasas representan entre un 98% y un 99% de su peso. En concreto, ácidos grasos, triglicéridos y fosfolípidos. Los ácidos grasos que contiene son: un 75,5% oleico, un 11,5% de palmítico y un 7,5% de linoleico. Esta composición y las propiedades de estos ácidos grasos convierten al AOVE en un protector de la salud cardiovascular debido a los efectos cardiosaludables de estas sustancias.
Además, aunque el total del peso que representan es minúsculo, el aceite de oliva también es muy rico en polifenoles y carotenoides, que tienen diversas propiedades beneficiosas para la salud, destacando por encima del resto su capacidad antioxidante. Estas son las sustancias capaces de neutralizar las especies reactivas del oxígeno, también llamadas radicales libres, que son responsables del estrés oxidativo.
Es necesario tener en cuenta que aceites de oliva hay de muchísimos tipos diferentes:
- Aceite de oliva virgen extra. Es el mejor. Se trata del primero que sale de la aceituna tras prensarla en frío. Para ser considerado extra debe tener unas propiedades organolépticas exquisitas: no puede tener defectos (sabor u olor), su acidez no debe exceder el 0,8% de ácido oleico (0,8º de acidez) y no puede estar mezclado con otros aceites, aunque también sean virgen extra. Su nota de cata debe ser de un mínimo de 6,5 puntos. Aunque nos parezca ver este aceite por todas partes, lo cierto es que solo supone el 10% del mercado.
- Aceite de oliva virgen. Se realiza usando el mismo método de extracción que con el virgen extra, pero en sucesivos prensados. La diferencia radica en que se es más permisivo con los defectos que pueda tener. Por ejemplo, puede llegar a tener un máximo de 2º de acidez y su nota de cata solo debe ser superior a 5,5 puntos.
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