¿Es cierto que el arroz integral tiene más arsénico?

Sí, es cierto.

El arroz integral contiene más arsénico inorgánico que el arroz blanco. Esto se debe a que el arsénico se acumula principalmente en las capas externas del grano (salvado y germen), que se conservan en el arroz integral y se eliminan en el arroz blanco.

¿Y eso es motivo para dejar de comer arroz integral?

No necesariamente. Aunque el arroz integral tenga más arsénico, también es mucho más nutritivo: contiene más fibra, minerales, antioxidantes y tiene un índice glucémico más bajo. Lo importante es saber cómo reducir el riesgo sin sacrificar sus beneficios.

¿Qué dice la ciencia?

La FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) y la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) han confirmado que el arroz puede contener arsénico inorgánico, un compuesto potencialmente tóxico si se consume en grandes cantidades durante mucho tiempo.

El arsénico se encuentra de forma natural en el suelo y el agua, pero también es consecuencia de la contaminación por fertilizantes y pesticidas antiguos.

No se trata solo del arroz: otros alimentos (como algas, cereales integrales, jugo de manzana, etc.) también pueden contener algo de arsénico.

¿Cómo reducir el arsénico del arroz integral sin dejar de consumirlo?

1. Lava el arroz antes de cocinarlo hasta que el agua salga clara.

2. Usa una proporción alta de agua al cocinar (por ejemplo, 6 partes de agua por 1 de arroz) y luego escúrrelo como si fuera pasta. Este método puede eliminar hasta el 60% del arsénico inorgánico.

3. Varía tus cereales integrales: no comas solo arroz todos los días. Puedes alternar con avena, mijo, quinoa, trigo sarraceno, cebada o amaranto.

4. Elige arroz de zonas con menos arsénico, como el de California, India o Pakistán (según estudios realizados, el arroz de EE. UU., especialmente el del sur, como Texas y Louisiana, tiende a tener más arsénico).

5. Prefiere arroz ecológico de buena procedencia, aunque esto no garantiza menor contenido de arsénico, sí evita pesticidas añadidos.

En conclusión: “Es cierto que el arroz integral contiene más arsénico que el blanco, porque conserva su cáscara natural donde se acumulan más minerales, pero también más arsénico. Sin embargo, eso no significa que debamos dejarlo. Lo importante es saber cómo prepararlo bien: lavarlo, cocerlo con abundante agua y variar nuestra alimentación con otros cereales saludables. Recuerda que una dieta equilibrada, natural y basada en principios de salud como los que promovemos, es siempre la mejor defensa.”

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